Reforma de la Ley de Urbanismo El gran negocio con los suelos agrícolas
En el sector oriente se edifica en los márgenes de los faldeos cordilleranos de Las Condes, Lo Barrenechea, Vitacura alto, un poco en La Florida". Agrega que el extremo pobre se desarrolla principalmente en Puente Alto y Quilicura. En el centro, en el sector antiguo del resto de las comunas, donde está la vialidad, la pavimentación, el alcantarillado, las redes de agua potable, el equipamiento comunitario, es decir, toda la infraestructura, no existen modificaciones, no se construye, prácticamente la movilidad es muy escasa. "Basta con observar la avenida Irarrázaval, apunta el arquitecto, hay unos pocos edificios importantes, el resto es rancherío miserable". Es más, el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, Minvu, se encuentra trabajando un paquete de reformas que introduciría profundas modificaciones a la Ley General de Urbanismo y Construcciones, Decreto con Fuerza de Ley Nº 458. En suma, se trataría de urbanizar sin límites el cordón agrícola y silvícola de las ciudades. De esta manera se abrirán las puertas al capital privado, tanto nacional como extranjero. Es decir, el libre mercado entrará a controlar las normativas urbanísticas, elevando el valor del suelo y transformándolo aún más en objeto de lucro. Mientras, los propietarios de aquellas tierras verán acrecentado su capital automáticamente, al cambiar el destino del suelo, ya que su valor se multiplicará por diez. EL PELIGROSO ARTÍCULO 55 El cambio más importante, señalan los expertos, radica en la sustitución del artículo Nº55 de la Ley de Urbanismo y Construcciones. Claramente se expresa en el artículo aún vigente que no está permitido construir, subdividir para hacer poblaciones ni abrir calles fuera de los límites urbanos. También se establece que en forma previa a la autorización de alguna obra, se requerirá la aprobación de la Dirección de Obras Municipales, un informe favorable de la Secretaría Regional del Minvu y del Servicio Agrícola correspondiente. Sin embargo, el proyecto de reforma que lo reemplazaría cambia drásticamente las disposiciones y abre la posibilidad de desarrollar proyectos que por sus características constituirían núcleos urbanos en zonas rurales. En esta futura normativa se definen los requisitos para construir nuevos núcleos urbanos en el campo o para ampliar ciudades ya existentes. Según los entendidos, estas disposiciones tienen un carácter muy general y no garantizan de manera efectiva el bien común. En cambio, facilitan al inversor inmobiliario la posibilidad de proyectar completamente el nuevo centro urbano, definiendo zonificación, densidades, condiciones de edificación y uso de suelos. Además, su permisividad es tan amplia que no se exige al inversor ninguna garantía por el cumplimiento de las condiciones establecidas, ni lo sanciona si no las cumple. Tampoco se toma en cuenta la participación ciudadana, una base ética fundamental, propia de un Estado democrático. Quienes habitan la ciudad son actores también importantes y su opinión requiere ser consultada cuando se trata de intervenir en el entorno en el cual viven. En concreto, los profesionales consideran que esta iniciativa de la autoridad "abre las puertas a los inversionistas inmobiliarios para que, sin contrapeso alguno, hagan lo que quieran en las áreas urbanas y en las rurales, lo cual constituye un grave atentado al bien común". En su Mensaje a la nación, el 21 de mayo pasado, el presidente Lagos hizo un llamado a "convertir nuestras ciudades en lugares más amables y con mejor calidad de vida". Tal intención se vería desvirtuada por esta iniciativa del Minvu, que deja camino expedito para que nuestras ciudades se conviertan en objetos lucrativos de esta economía de mercado. POSICIONES CONTRAPUESTAS Por otra parte, en el proyecto que se encuentra elaborando el Minvu, desaparecería casi completamente la normativa en torno a la planificación. En otras palabras el Estado no asume un papel de defensor del bien común, se mantendría en su calidad de subsidiario y dejaría de controlar la expansión de las ciudades. A juicio de Sergio González "el crecimiento de las ciudades es un fenómeno irreversible, pero este crecimiento debe armonizarse con un desarrollo racional de la infraestructura, de la vialidad y de la protección del medio ambiente". Según los especialistas tal situación es particularmente inquietante dado que los objetivos de los inversores no siempre se identifican con el bienestar de la población. Es un hecho que los inversionistas buscan el máximo beneficio posible en sus negocios. Al no especificarse las normativas y establecerse una planificación se abren las posibilidades de que empresas o personas inescrupulosas abusen y se beneficien aprovechando tales carencias. "Estamos en presencia del más grave intento de destruir la poca coherencia estructural que poseen nuestras ciudades, en especial la Región Metropolitana. Intento que abre las puertas a un negocio especulativo que provocará su irrecuperable deterioro", pronostica el arquitecto González. Una visión distinta plantea Sergio León, docente del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica, en torno a la reforma y a la existencia de una normativa planificadora. Explica que desde que se inició la reforma hace dos años, se han barajado muchas ideas. De hecho, durante el año pasado se trabajaron documentos en los que participaron más de setenta profesionales. Metafóricamente comenta, "es difícil cambiar la manera de pensar, si uno está acostumbrado a ponerse pantalones negros es raro que tenga un pantalón amarillo. A los chilenos no les gusta vestirse más allá del gris y el azul". Dice que en el enfoque de la reforma hay un tema cultural de por medio. También observa que en algunas personas hay un planteamiento ideológico pero cree que más bien prima el aspecto cultural de cómo enfrentar el nuevo proyecto de ley. "Los europeos se dieron cuenta en la década de los 80 que desarrollo económico y desarrollo urbano iban de la mano, señala. Nosotros estamos aprendiendo eso un poco tarde pero no tanto: ya somos super urbanos". Según el profesional, desde el viejo continente han surgido posiciones y opiniones variadas en torno al tema. Por ejemplo, el planificador belga Louis Albrecht, concluyó en 1991, que los planificadores urbanos no se ocupaban de los temas económicos. Sólo pretendían resolver los problemas de la población a través de obras física, infraestructura, vivienda, espacios públicos, etc. Añade que el gran tema en Francia el año pasado era justamente la ocupación de espacios rurales por núcleos urbanos. Y los argumentos en contra tenían que ver con la preocupación por la seguridad alimentaria. "Es una preocupación lógica cuidar los suelos agrícolas" comenta. Otra línea de discusión planteada por los especialistas está en relación con el aspecto tecnológico. Esta señala que hoy no se necesita suelo, sino que ambientes económicos favorables. Un ambiente económico favorable es un gobierno dispuesto a recibir inversión extranjera, con una ciudad que tiene infraestructura para el encuentro de los inversionistas, hotelería, salas de conferencia, buenos lugares comerciales, un aeropuerto que funcione. Aunque tales ideas, a nivel de las sociedades locales, parecieran un tanto fuera de la realidad, según Sergio León, "algo que hemos ido aprendiendo con el tiempo es esta dura realidad de que la economía importa". Que la inversión extranjera es necesaria, porque es más rápida y más innovadora. Más actualizada en los temas de punta, para hacer negocios con la inversión nacional o para promover que la inversión nacional también se haga afuera. Añade que entiende que el Ministerio quiere generar por ley condiciones similares a las que dictó en 1994 una ley promulgada en Valencia, España. Dicha normativa amplió los límites urbanos de manera impresionante, pero con condiciones. "No es una cosa tan dramática, subraya. Lo que se está tratando de hacer es regular, dejar claras las condiciones, para que los agentes económicos tengan claro cuáles son las normas". Cree, en todo caso, que los agentes inmobiliarios están encantados con el proyecto de reforma. Afirma que la preocupación de este sector se presenta porque siempre existe desconfianza en cuanto a que el Estado sea una entidad dispuesta a restringir más que a dar oportunidades de inversión. "El empresario siempre ve al planificador como alguien que viene a restringirlo, a limitarlo", concluye. Parecería que el Minvu está acorde con el tema de moda en Francia el
año pasado: la ocupación de espacios rurales por núcleos urbanos. Por
supuesto, también con las políticas del gobierno de preferir el desarrollo
y la inserción en la globalización. Además se advierte, al observar los
cambios en la Ley de Urbanismo, que concuerda con ideas como aquella que
prioriza los ambientes económicos favorables, porque atraen inversionistas,
buenos negocios y favorecen a una élite de "emprendedores", descartando
la importancia del suelo y de los habitantes SONIA CANO Si te gustó esta página... Recomiéndala |
Proyectos inmobiliariosLa dictadura abrió el apetito por el lucro del suelo en 1978. Fue Miguel Kast, ideólogo del modelo libremercadista, quien desde Odeplan sostuvo que "el límite urbano" es un elemento distorsionador del mercado del suelo. Con ese argumento el límite urbano, es decir, el límite al lucro con el suelo, fue eliminado de una plumada y el libre mercado se instaló sin control en las ciudades. Tras esta medida el valor del suelo comenzó a subir y las ciudades iniciaron una expansión vertiginosa. Además de Santiago, son un ejemplo Temuco, Iquique, Concepción. Esta política de dejar en libertad de acción a los inversionistas privados se ha mantenido con una clara tendencia a favorecer el libre mercado de los terrenos urbanos. Desde hace un tiempo, sin embargo, ante el alza del valor del suelo de la ciudad, la mirada lucradora se extendió hacia el horizonte, más allá del sector urbano, hacia las zonas rurales que se han transformado en un objetivo seductor. De este modo, silenciosamente, se ha ido armando un curioso y sutil rompecabezas. En torno a la Región Metropolitana, grandes extensiones de suelo agrícola, miles de hectáreas, permanecen a la espera de la reforma de la ley, que como una suerte de varita mágica los convertirá en terrenos urbanos. (Ver plano "Proyectos Inmobiliarios en Zonas de Expansión Urbana"). Tranquilamente se diseñan o ya están en ejecución, proyectos, megaproyectos, ciudades empresariales, etc., y tras ellos hay nombres de fantasía de grupos de empresarios, familias, apellidos: Pérez Yoma, Cardone, Cruzat, Sergio de Castro, Juan Carlos Latorre, Grupo Fernández León, Grupo Penta, son algunos. ¿Quiénes son los propietarios e inversionistas que están tras esos grupos? Hay algunos muy conocidos, uno de ellos es Sergio De Castro, ministro de Economía y Hacienda (1975-1982) de Pinochet, uno de los artífices de las privatizaciones, como dice María Olivia Mönckeberg, en "El Saqueo de los Grupos Económicos al Estado chileno". Socio de este ex ministro es Juan Carlos Latorre, con quien ha incursionado en el negocio inmobiliario. Ambos formaron el grupo ECSA. También son propietarios del consorcio periodístico Copesa. Otro personaje significativo es el ingeniero comercial Eduardo Fernández León, miembro del grupo que lleva sus apellidos y que, según Mönckeberg, en los 80 se benefició con la privatización del sector eléctrico. Es un empresario diversificado, multifacético, vinculado a variados rubros del mundo empresarial. Uno de los fundadores de la Universidad del Desarrollo, cuya matriz se encuentra en Concepción, fue el actual alcalde de Santiago, Joaquín Lavín. Dice María Olivia Mönckeberg que allí "surgió uno de los focos de lo que después se conocería como grupo Penta". Más adelante la autora explica que el grupo "nació vinculado a la actividad de los seguros. Sus orígenes se relacionan con la 'normalización' del Consorcio Nacional de Seguros". Y con la privatización, casi íntima y misteriosa, del Instituto de Seguros del Estado en manos de un familiar de Pinochet, cuando terminaba la dictadura. El gran negocio con los terrenos agrícolas que serán urbanizados está ad portas. La llave está en los cambios que se introducirán al artículo Nº55 de la Ley de Urbanismo S.C. Si te gustó esta página... Recomiéndala |