Cuando
habla
el cantor
SILVIO Rodríguez en el lanzamiento de su disco. Lo acompaña el presidente de la Casa de las Américas, el poeta Roberto Fernández Retamar, dirigente del Partido Comunista de Cuba.
Un nuevo disco, cuyos temas abordan la realidad cubana con sus problemas y conflictos, lanzó Silvio Rodríguez el 26 de marzo en una conferencia de prensa en la Sala Che Guevara, de la Casa de las Américas. El disco se llama Segunda cita (lleva ese nombre, explicó el cantautor, porque hubo uno anterior que se llamó Cita con ángeles y en su lanzamiento anunció que “veía venir la cita con los ángeles de mi tierra”).
“Este disco –señaló Silvio Rodríguez- se refiere a los conflictos que todos sabemos que existen en nuestra sociedad; son las ideas que un cantor lanza para participar de esta manera en el debate. Creo que pertenezco a una generación que se caracterizó por su compromiso con la autocrítica y con la crítica, con el intercambio de opiniones, con la discusión. Un arte que pretendía que circulara el pensamiento”.
Acompañado por el presidente de la Casa de las Américas, el poeta Roberto Fernández Retamar, el cantautor se refirió en la conferencia de prensa a la campaña mediática que EE.UU. y la Unión Europea han lanzado contra Cuba. Durante los 50 años de la Revolución, dijo, “he visto muchas campañas idénticas. Quizás ahora amplificadas por la tecnología de las comunicaciones. Esto hace aparecer como que existiera un consenso superior contra Cuba. Pero yo, que llevo 50 años viviendo en Cuba, y que conozco todo lo que ha pasado en mi país, sigo teniendo muchas más razones para creer en la Revolución que para creer en sus detractores”.
La semilla de Martí
Aludiendo a la letra de las canciones de su nuevo disco, Silvio Rodríguez dijo:
“Hay un momento en una canción, que se llama ‘Sea señora’, que dice: ‘A desencanto, opóngase deseo. Superen la erre de la revolución’. Si suprimimos la ‘r’ de Revolución, lo que queda es evolución. A eso me refiero. Es imposible que haya un mundo en absoluto estado de reposo. Sería el mundo de los muertos. Y no. El mundo es el mundo de los vivos y el futuro es el futuro de la vida”. A continuación, Silvio leyó el texto de la canción “Sea señora”:
Sea señora la que fue doncella.
Hágase libre lo que fue deber.
Profundícese el surco de la huella;
Reverdézcanse sol, luna y estrellas
En esa tierra que me vio nacer.
A desencanto, opóngase deseo.
Superen la erre de revolución.
Restauren lo decrépito que veo,
Pero déjenme el brazo de Maceo
Y, para conducirlo, su razón.
Seguimos aspirantes a lo mismo
Que todo niño debe atesorar:
Una mano apretada en el abismo,
La vida como único extremismo
Y una pequeña luz para soñar.
Las fronteras son ansias.
Quiero que conste de una vez aquí.
Cuando las alas se vuelven herrajes,
Es hora de volver a hacer el viaje
A la semilla de José Martí.
Reinventar la revolución
“No es una idea nueva el concepto de reinventar la Revolución -agregó Silvio Rodríguez-. Ha estado vigente siempre pero es cierto que no siempre se ha conseguido. A veces hemos caído en la retórica, a veces nos hemos adormecido. Yo creo que este es un momento en que la Revolución, la vida nacional, el país, pide a gritos una revisión de montones de cosas, desde conceptos hasta instituciones. Hay muchas cosas que hay que revisar en Cuba, donde he escuchado, siempre extraoficialmente y jamás por supuesto, lamentablemente, en nuestra prensa, que esas cosas se están revisando. Dios quiera que así sea. Yo creo que hay responsabilidades por parte del hostigamiento que ha sufrido Cuba, sin duda. Pero también tenemos responsabilidades nosotros.
Pienso que el bloqueo hay que terminarlo, hay mucha gente que espera cosas de nosotros. Este país yo creo que no se puede comportar con normalidad, y pongo entre comillas esa normalidad que esperan de él, porque no es un país normal. No es un país normal por lo que ha pretendido ser, en primer lugar, y tampoco es un país normal por el tratamiento que se le ha dado al ver lo que ha pretendido. O sea, muchas anormalidades nos rodean, propias y externas. Pero lo cierto es que ha habido mucho temor ante esas anormalidades, siempre entre comillas, que nosotros aspirábamos que se realizaran. Y si algún día realmente logran aplastar la idea de la Revolución, yo creo que siempre va a quedar lo terrible, sobre todo para ellos. Va a quedar el bichito: ‘Si nos hubieran levantado el bloqueo, ¿cómo hubiera sido la cosa?’”
PEDRO FERNANDEZ
En La Habana
Preguntas de un trovador que sueña
a Bertolt Brecht,
por sus “Preguntas de un obrero que lee”
Si el flautista de Hamelín partiera con todos nuestros hijos
¿comprenderíamos que se nos va el futuro?
Si ese futuro que se nos va supiera adónde lo lleva
el flautista de Hamelín ¿partiría con él?
Si un huelguista de hambre exigiera que Obama levantara
el bloqueo ¿lo apoyaría el Grupo Prisa?
Si los miles de cubanos que perdimos familia
en atentados de la CIA hiciéramos una carta de denuncia
¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?
Si algunas firmas meditaran antes de condenar las
cárceles ajenas ¿resultarían incólumes las propias?
Si un líder del norte es un líder
¿por qué es caudillo el que nació en el sur?
Si la política imperial es responsable de algunas de
nuestras desgracias ¿no deberíamos liberarnos también
de esa parte de la política imperial?
Si condenamos la guerra fría ¿nos referimos a
toda o sólo a la porción ajena?
Si este gobierno ha sido tan malo ¿de dónde
ha salido este pueblo tan bueno?
Aborto (marque con una cruz):
asesinato, hedonismo, piedad
Homosexuales (marque con una cruz):
Elton John advierte que Cristo era gay
¿Quién le importa al PP? (marque con una cruz):
¿Zapata o Zapatero?
Si la Casa Blanca devolviera Guantánamo y
acabara el embargo ¿qué posición (común)
adoptaría el Kama-Sutra europeo?
Si el que hoy maldice ayer bendijo
¿con quién pasó la noche?
Si de veras nos haría tanto daño una amnistía
¿por qué no me lo explican?
Si la suma de ambas intransigencias nos extingue
y la nada baldía nos arrastra al pasado
¿nuestros hijos tendrán lo que merecen?
¿Qué pasa con los negros? ¿Qué pasa con los amarillos?
¿Qué pasa con los blancos? ¿Qué pasa con los rojos,
con los azules e incluso con los hombrecillos verdes?
Si alguien roba comida y después resulta que
no da la vida ¿qué hacer?
Si otro Martí naciera entre nosotros ¿podría ser
emigrante, rapero, cuentapropista, ciudadano
provincial en una chabola periférica?
Patria, Universo, Vida, respeto al semejante
y todos Venceremos un poquito
SILVIO RODRIGUEZ
(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 707, 16 de abril, 2010)
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