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La Torre de Papel
Los diarios y
su fotogénica jueza
Vuelta a los cauces. El duopolio ha logrado reinstalar
en el centro de la agenda el caso MOP-Gate y enfilarlo -cómo no-
con la propia, y en esta oportunidad muy favorable, parsimonia de la justicia
hacia un indefinido horizonte. Este relato de la semana, que se infla
y logra desbancar otros casos mediático-políticos (¿hay
alguien que recuerde el caso Spiniak?) ha sido titular obligado en los
últimos días. La Tercera, entre el sábado 29 de mayo
y el sábado 5 de junio tituló cinco, de ocho días,
con el caso, en tanto El Mercurio, en un orden distinto, mantuvo la misma
proporción.
El tema está nuevamente muy bien instalado y la fotogénica
jueza, blindada por los medios. ¡Oh! Tenemos un cuarto poder que
vela por nuestra democracia, por la independencia de la justicia a las
presiones del Ejecutivo. Los medios que escriben la agenda, marcan también
la pauta al gobierno, cuyos actos y retórica están determinados
por la fuerza mediática. Así, ahora tenemos ministro en
visita para investigar las presiones a la jueza. La Moneda funciona con
comodidad al ritmo del duopolio.
Los excesos llevan al ruido y a la saturación. Esta nueva judicialización
de la agenda política, tal como ocurrió con el caso Spiniak,
conduce a su confusión, que es también su atrofia. Más
información no es más transparencia. Tal vez es sólo
el interés por crear un efecto de información y transparencia,
cuyos residuos ya decantados sean, finalmente, la única información
deseada. Así fue con en el caso Spiniak, que salió misteriosamente
de la agenda cuando Jovino Novoa apareció a doble página
dominical en La Tercera, cual héroe proclamado. Y así podría
pasar también en este segundo capítulo del caso MOP-Gate.
El Mercurio ya evaluó la campaña con su propio sondeo: un
52% de sus entrevistados cree que la jueza ha recibido presiones de parte
del gobierno. Por tanto, la operación ha sido exitosa.
• • •
Hablamos de duopolio porque es un monopolio dual, especular. Estos mismos
diarios -no hay otros en los cuales informarse- publicaron la semana pasada
las cifras de circulación del segundo semestre del 2003. De lunes
a domingo, la circulación promedio diaria la lidera Las Ultimas
Noticias, con 159.883; le sigue La Cuarta, con 134.991; El Mercurio, con
134.577; La Tercera, con 122.943; La Segunda, con 34.563 y, más
atrás, La Nación, con 6.053 ejemplares. Proporcionalmente,
un 55,5 por ciento para el consorcio El Mercurio, un 43,5 para Copesa
y apenas el uno por ciento para La Nación. En otras palabras, y
para evitar cualquier duda sobre la concentración de los medios,
el 99 por ciento de la circulación la tienen las dos grandes cadenas.
• • •
El habla cotidiana en un salón puede devenir en escándalo
para nuestra conservadora y limitada prensa. El enunciado de Nicolás
Eyzaguirre, “si a los señores españoles no les gusta
cómo se hacen las cosas aquí, tienen la puerta abierta”,
que la dirigida prensa recogió a modo de exabrupto con que fabricó
titulares durante toda una semana, era una simple anécdota muy
funcional al gobierno y al modelo económico. Por una parte estos
medios y la institucionalidad pudieron expresar públicamente todos
los nacionalismos y pasiones afines; por otra, dejarles en claro a los
inversionistas extranjeros que en Latinoamérica no hay paraíso
igual para las inversiones como el chileno. Lo cierto es que Eyzaguirre
no se había sobrepasado ni había expulsado a los españoles:
había aclarado -y él sí que tiene conocimiento de
causa- dónde los inversionistas extranjeros tienen, en Latinoamérica,
las mayores garantías. Ese era su enunciado, y no otro. Lo de la
prensa fue un simple circo mediático -¡santo cielo, este
Eyzaguirre sí que tiene pantalones!-, que es también una
hábil cortina de humo.
• • •
La píldora del día después, que fue torpemente utilizada
por los diarios cual arma arrojadiza sobre sus propias huestes -los alcaldes
de la Alianza por Chile-, ha sido una lección que no repitieron
con el fallo de la Corte Suprema contra la jueza Karen Atala. Nunca habíamos
observado tanta tolerancia hacia la diversidad de género en los
mismos medios que hace un mes levantaron como bastión moral el
rechazo a la píldora o, hace unos cuantos años, a las Jocas.
Ante los temas que llaman “valóricos”, más les
ha valido unirse al enemigo.
• • •
El Coloquio Internacional Arte y Política, organizado por la Universidad
Arcis, la Chile y el patrocinio del gobierno, sólo tuvo una tangencial
cobertura anexada a la participación del artista chileno residente
en Nueva York -el de mayor penetración internacional- Alfredo Jaar.
El Mercurio le dedicó dos notas y La Tercera media página
(en la que, por cierto, no mencionó el Coloquio ni los motivos
de su venida a Chile). Jaar es un artista cuya temática es la miseria,
la injusticia y los miserables del mundo, por lo que es inherente su relación
con la política y las asimétricas relaciones de poder, vínculo
cegado en La Tercera y matizado (o reelaborado) en El Mercurio. La preocupación
por los pobres es y ha sido un discurso contestatario, una crítica
a los poderes establecidos, pero también -y así lo entiende
El Mercurio- un discurso de inspiración cristiana, una acción
caritativa que no altera los pilares cristianos, occidentales o capitalistas.
Así, Jaar llegó a la portada de Artes y Letras. Con cierta
habilidad, un acto ante la injusticia, la inequidad y la pobreza, incluso
sobre la política de Bush, puede ser también una acción
compasiva como la del Hogar de Cristo
PAULUS WÄLDER
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