La
Torre
de
Papel
Mentiras
y su
“efecto verdad”
Autor: PAULUS
Cualquier materia política, deportiva, económica,
incluso del show-business, ha quedado opacada por el final
aparente del caso Spiniak, que hoy no sería extraño
que comenzara a denominarse caso Gemita. Ni royalty minero
ni caso Pinochet; la portada de La Tercera del jueves 12 de
agosto -“Gemita Bueno dice que no conoce a Novoa y que
cura Jolo la hizo mentir”- ha provocado un insólito
estruendo en la sociedad chilena que se inscribirá
en los anales de la prensa nacional. Una mentira -o una aparente
calumnia, porque sólo conocemos algunos hechos y aún
ninguna causa- que nos remonta a otra gran mentira amplificada
y recogida cual verdad. La bengala del “Cóndor”
Rojas, que en su momento fue esgrimida como hecho consumado
por la prensa y que amenazó con convertir un evento
deportivo en problema diplomático, fue un acto aparentemente
tan irracional y oscuro como el de Gemita, que contó
con la prensa como gran aliado y difusor.
Los medios construyen la realidad social. Lo que ha sucedido
durante los últimos nueve o diez meses ha sido una
realidad social instalada sobre una mentira. Por cierto que
podemos decir que no es la única mentira que leemos
como verdad (tenemos desde la versión que hacía
la dictadura de sí misma durante los 70 y 80 hasta
las cuentas de Pinochet, hoy en día), pero pocas han
sido tan vehementes, o han tenido tanta publicidad, portadas
y efecto de realidad.
Lo que este evento ha transparentado, además de la
gran calumnia, son los mecanismos sobre los que se construye
la agenda informativa. Una mentira sólo se desenmascara
cuando se conoce la verdad. Antes de eso será verdad,
y si nunca se logra desenmascarar, quedará siempre
como la realidad. La acción desesperada de la UDI y
las represalias a destajo anunciadas a partir de ahora, son
una búsqueda desenfrenada por alterar aquella realidad.
Así fue como Jovino Novoa flanqueado por parlamentarios
de la Alianza por Chile demandaba justicia el miércoles
11 de agosto -en un acto no sabemos si desesperado, visionario
o de naturaleza más oscura-. Aquella tarde, en horas
previas al “golpe” de La Tercera, La Segunda titulaba
“Jovino: Exijo justicia”.
El evento que hemos vivido durante los últimos meses
-si no se extiende y ramifica por otros derroteros- es un
ejemplo bestial de construcción mediática. El
caso Spiniak fue una gran batalla de intereses políticos
expresados a través de los medios, (…)
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