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Campesinos de Caimanes desafían al grupo Luksic
Huelga de hambre contra
la contaminación
Autor: PAULINA ACEVEDO MENANTEAU
HUELGA de hambre de campesinos de Caimanes en el Colegio de Profesores de Illapel. La protesta es contra la minera Los Pelambres que ha contaminado sus tierras.
Hace más de 45 días once vecinos de Caimanes, localidad del Valle del Quilimarí, se encuentran en huelga de hambre en la sede del Colegio de Profesores de Illapel, exigiendo que se respete su derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación. El conflicto se origina en la amenaza que representa para los cerca de mil habitantes de Caimanes el posible desplome del tranque de relave El Mauro, perteneciente a la minera Los Pelambres -megaproyecto de la compañía Antofagasta Minerals, propiedad del grupo Luksic-. La amenaza se cierne sobre la fértil agricultura de la zona por la contaminación de las aguas del río Pupío, cuyo cauce atraviesa el sector de Las Vacas y desemboca en Los Vilos. Al cierre de esta edición, una mesa de diálogo buscaba poner fin a la huelga de hambre de los pequeños agricultores de Caimanes. El grupo Luksic es uno de los más poderosos de la economía chilena y con fuertes vínculos políticos en la derecha y en la Concertación. Acaba de adquirir el Canal 13 de TV, que pertenecía a la Universidad Católica, incursionando así en los medios de comunicación.
Mauro significa “brote de agua”. Pedro Soto Cruz (60 años), uno de los huelguistas, recuerda que allí se encontraban las mayores reservas de agua de la región. Hoy, sin embargo, por esta tierra -que su familia habita hace más de cien años-, no corre una sola gota. El agua se obtiene de un humedal construido de manera artificial (La Vega), y que es extraída mediante drenaje desde el río Pupío. El poblado El Mauro simplemente desapareció.
“Ya no hay esa gran cantidad de canelos, arrayanes y peumos, que estaba prohibido cortar así como cazar pájaros o conejos. Incluso los petroglifos que hay en la zona fueron removidos. Otros simplemente quedaron sepultados por las detonaciones de la minera. La compañía ha destruido todo lo que teníamos, por eso estoy en esta huelga de hambre. Si esta situación continúa, acabarán con todo el Valle del Quilimarí”, advierte Pedro Soto -visiblemente debilitado por los días de ayuno-.
La minera Los Pelambres y su estela de destrucción llegó a la zona a fines de 2001. Decidió establecer su base de operaciones en el fundo El Mauro, distante 10 kilómetros de Caimanes. De acuerdo a los ingenieros y arquitectos de la empresa, las virtudes físico-geográficas del lugar ofrecían un enclave perfecto para construir un enorme depósito de relave que pasaría a ser el más grande de Chile y el tercero de América Latina. Esto aseguraba a la mina una vida productiva de 40 a 50 años. Sin muchos reparos, y pese a las denuncias de irregularidades en el estudio de impacto ambiental, el inicio de las obras fue aprobado en 2004. La situación más preocupante para los habitantes de la zona era la contaminación de las napas subterráneas que alimentan el valle.
Hasta ahora ninguna autoridad de gobierno ni parlamentario del distrito ha atendido las demandas de quienes están en huelga de hambre. Ni siquiera por razones humanitarias, aunque existe un fallo de la Corte Suprema (2008) que favorece a los vecinos de Caimanes y que obliga a la minera a comprar los fundos Tipay y Romero, los derechos de agua de estos predios y compensar económicamente a los demandantes por los daños. Esa resolución no se ha cumplido, demostración una vez más, de que los grandes capitales están por sobre los tribunales en un país gobernado por un empresario que hace oídos sordos a los requerimientos de quienes sufren los embates del modelo económico.
Los estrategas
de la minería
La minería es una de las actividades industriales más contaminantes (cinco de los diez lugares más contaminados del planeta lo son a consecuencia de la actividad minera). No obstante, la voracidad con que se expanden en Chile estas faenas extractivas, alentadas aún más por el tratado minero con Argentina -la situación que se denuncia surgió de una de estas empresas (Barrick Gold)- hace que hoy se vulneren espacios antes intocables, como zonas de frontera cordillerana (vulnerables al derretimiento de glaciares), parques nacionales y reservas naturales, o el hábitat de pueblos como Caimanes.
De hecho, 150 kilómetros más arriba del emplazamiento del tranque El Mauro se ubica otro relave de la minera Los Pelambres (Quillayes), que almacena cerca de 400 millones de toneladas de desechos tóxicos, siendo aún insuficiente para contener los lastres contaminantes, lo cual ha llevado a construir un nuevo depósito.
Cabe destacar que pese a no existir en la zona -como ocurre en otros sectores de la región- problemas emanados del material particulado en suspensión que se libera por el paso de camiones de gran tonelaje, igualmente se están produciendo daños irreversibles. Si bien el material extraído se transporta por medio de cañerías (mineraductos), hay tramos donde éstos son llevados por el lecho del río Choapa, ocasionando desastres ecológicos que ya han contaminado su cauce.
Los Pelambres no es el único megaproyecto que amenaza la subsistencia del Valle del Choapa. Se suman Pachon, de la transnacional Exstrata Cooper, proyecto binacional en las cercanías de San Agustín, comuna de Salamanca; El Espino, a 30 kilómetros al norte de Illapel y donde coexisten cuatro comunidades (La Yesera, Rabanales, Rincón del Romero y Quebrada Grande), que corren el riesgo de ser expulsadas por dicho proyecto; Tres Valles, de la transnacional Vale, que afecta a los valles de Cárcamo, Quilmenco y Chalinga; además de un proyecto de Codelco del cuál no existe mayor información.
Entretanto estos tranquilos poblados interiores procuran resistir una invasión descontrolada, se informan y se movilizan. Pero encuentran un escollo común a todos los procesos de defensa territorial: la criminalización de sus demandas, la cooptación de algunos sectores para sembrar la desunión, y la tergiversación que hacen de sus luchas los medios de comunicación que defienden los intereses de la gran minería. El dinero todo lo compra, dicen, pero no compra la dignidad y eso lo tienen claro en Caimanes. Por eso, aunque tengan que enfrentar, como ocurre en este instante, a un fuerte contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros cercando Salamanca, la protesta de la huelga de hambre se mantiene firme. El oficial de Carabineros a cargo del operativo calificó de “medidas normales” ese procedimiento, pese a que nunca se había visto un despliegue similar en la zona. La pregunta es qué y a quiénes defiende la policía uniformada. Pues si se trata del orden público, como señala, este viene siendo alterado desde hace años por la empresa minera.
Valle del Limarí:
un vergel amenazado
Unos 250 kilómetros hacia el norte de Illapel, capital de la provincia de Choapa, se encuentra el Valle del Limarí, al cual se accede por Combarbalá, Ovalle o La Serena. Gracias a los embalses La Paloma, Recoleta y Cogotí, la agricultura se ha visto favorecida (viñedos, paltos y nogales en la zona precordillerana), combinada con la tradicional crianza de cabras en la alta montaña. En este vergel se encuentra el pueblo de Tulahuén, que literalmente significa (...)
(Este artículo se publicó completo en “Punto Final”, edición Nº 722, 12 de noviembre, 2010
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