La historia la escriben los pueblos

Si se revisa el detalle de la actualidad, parece que nos hubiese alcanzado una maldición de Cronos. Algo así como “El día de la Marmota”, provocando que vivamos infinitamente las mismas situaciones. Chile no ha solucionado nada y parece ser como esas camionetas demasiado grandes y contaminantes que mientras más aceleran más patinan, hundiéndose sobre un viscoso lodazal. La PSU, las primarias de la Concertación, la derecha fascista, el conflicto chileno-mapuche, nuestras torcidas relaciones con nuestros vecinos, las demandas sociales por salarios, derechos a salud, vivienda y educación y anteproyectos contaminantes, son viejos conocidos. Demasiado repetidos, demasiado agotadores en su eterno retorno.
Nada, ni una profecía maya pudo detener su cantinela. Ni un cambio en el calendario gregoriano, ni la aparición de jóvenes promesas de un Partido Comunista que tras cien años manifiesta continuar en construcción y ser una fuerza “joven”.
Aunque sí pasan cosas. Por suerte a veces podemos sentirnos vivos, y no solo por estar criticando todo eso que no nos gusta, sino por ayudar en los proyectos que sí nos gustan y son capaces de trasformar la realidad. Y por supuesto, no provienen de una institución “histórica” ni de un conglomerado. Son de mérito exclusivo del “pueblo”.
Fui invitada por el dirigente vecinal Lautaro Guanca a Peñalolén. Este es un joven luchador que en esta comuna ha liderado el trabajo del Movimiento Pobladores en Lucha y conseguido por medio del Partido Igualdad Herramienta de los Pueblos y como concejal, ser la piedra en el zapato del beato Orrego. Hasta ser procesado por maltrato de obra a Carabineros, siendo condenado a firmar durante cinco años y por lo cual pierde todo derecho de ejercer cualquier cargo público. O sea, al ver el peligro del empoderamiento de la clase trabajadora y popular, el Estado lo invalidó de cualquier práctica política.
En la ocasión se celebraba un año del triunfo del plebiscito que dijo No al nuevo plano regulador, lo que generó la posibilidad de que los vecinos consiguieran la forma de tener sus casas por medio de una lucha que comenzó en 1999 con la toma de Peñalolén y que fue adquiriendo fuerza y organización capaz de que el Estado tuviera que cambiar su política habitacional. Ya no los tirarían a cualquier parte, desarraigándolos territorialmente, sino que comprarían terrenos para construir dentro de su misma comuna.
Y no se quedaron en eso, me cuenta Guanca que se dieron cuenta que el Estado paga a las constructoras hasta seis veces el precio de una casa, por lo que armaron una constructora propia, generando proyectos de más envergadura, con mayor cantidad de metros construidos por el mismo monto del subsidio, un verdadero ejemplo de que el “hazlo tú mismo” funciona y hace crecer a las comunidades.
La autogestión los ha hecho ser un movimiento atractivo para el historiador Gabriel Salazar, el cual está liderando un proyecto editorial popular con el MPL. La banda de Chico Trujillo siempre se encuentra presente en todos sus actos, como éste en donde además se inauguraba el proyecto MPL 2 Comunidad Las Araucarias, con 120 departamentos concretando un proyecto de vida digna para todos y todas.
Ahí, en la futura plaza de este conjunto habitacional, se realizó la emotiva actividad donde tuve la suerte de ser la maestra de ceremonias, pudiendo felicitar al Movimiento de Pobladores en Lucha por todos sus logros que no sólo consisten en inaugurar las primeras viviendas de la Comunidad Las Araucarias sino, también, abrir el primer jardín de niños y niñas autogestionado por el movimiento. A esto se sumó la conquista de 112 nuevos subsidios habitacionales, la aprobación de tres nuevos proyectos de vivienda popular en Peñalolén Alto a través de la lucha, la autogestión y la educación popular.
Lo más esperanzador es que hoy el MPL crece en comunas y regiones de todo el territorio. En Arica, San Joaquín, Santiago Centro y Concepción también hay pobladores en lucha y a pesar de la criminalización que se hizo del luchador social y joven padre de familia Lautaro Guanca, el Partido Igualdad crece y se afianza en la raíz misma de un pueblo que madura y que entiende que esta instancia es una herramienta política.
¡Larga vida al Movimiento Pobladores en Lucha, larga vida a la revolución, porque efectivamente la historia la escriben los pueblos!

Karen Hermosilla

(Publicado en “Punto Final”, edición Nº 775, 25 de enero, 2013)

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