Edición 538
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Por el derecho a decidir
TLC CON EE.UU.
El precio de la dependencia
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Lo demás es, ahora, silencio
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Veintiún dolores,
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La crisis, autogol de la oncertación 
Los prisioneros 
Con rabia contenida

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cartas

DESPIDOS EN CHILQUINTA

Señor director:
Chilquinta Energía S.A., compañía de la Quinta Región, es propiedad de un consorcio norteamericano formado por las empresas Sempra y PSEG, con asiento en la ciudad de San Diego, California.
El 10 de enero, fueron notificados de término de sus contratos de trabajo 50 trabajadores -el diez por ciento del total- entre profesionales y socios de nuestro Sindicato Nº 1. Las notificaciones de despido indican como causal el Artículo 160 del Código del Trabajo, esto es necesidades de la empresa, basándose en la racionalización de los servicios.
También observamos perplejos que las modificaciones que se realizan a niveles ejecutivos -donde se encuentran las remuneraciones más altas de esta compañía- son prácticamente mínimas.
Si esto es lo que ocurre en empresas de este nivel, el panorama para la empresa mediana y pequeña -la cual concentra más del 80% de la fuerza laboral activa del país- debiera ser más desalentador, por el escaso grado de sindicalización y organización existente entre los trabajadores.
Los dirigentes sindicales vemos como pésima señal para el mundo del trabajo esta situación, teniendo presente el reciente acuerdo bilateral entre Estados Unidos y Chile (Tratado de Libre Comercio).

LUIS PARDO OLMOS
Presidente Sindicato Nº 1 de Chilquinta Energía S.A.
LA PAA Y LAS POLÍTICAS DE EQUIDAD

Señor director:
Nuevamente los resultados de la PAA refrendan la indesmentible y dura evidencia que el país vio en los resultados del Simce: la brecha entre la educación privada y pública.
Año tras año la sociedad chilena es conmovida por resultados que no se revierten y que, a pesar de los anuncios gubernamentales y de los homenajes a los estudiantes de mejores puntajes, no logran ocultar la cruda realidad.
Más aún, los estudiantes que alcanzan los mejores puntajes son utilizados por las universidades en una competencia de mercado para obtener los fondos del Aporte Fiscal Indirecto, que continúa con la discriminación contra los más pobres.
El Colegio de Profesores de Chile ha sido claro al señalar que todas las propuestas de cambios, incluyendo la Reforma Educacional, no tendrán éxito si, de manera categórica, el gobierno no asume una acción consecuente con los ideales de equidad y justicia social, afianzando la educación pública, priorizándola por sobre la privada, entregándole los aportes que requiere para dar el salto que la eleve en calidad.
No es posible continuar con la situación de desmedro de la educación municipal: no puede ser que estudiantes de sólo tres o cuatro establecimientos públicos (también minoritarios en el concierto de los de mejor rendimiento) puedan acceder a los primeros lugares, cuando son miles los liceos que se esfuerzan por educar a la juventud proveniente de los sectores más vulnerables del país.
Creemos que es el momento de definiciones. No sólo de modificar el mecanismo de selección para el ingreso a la educación superior. Debe repensarse el sistema de financiamiento de la educación pública; hay que definir, necesariamente, los cambios a la LOCE; el gobierno tiene la obligación de repensar el carácter subsidiario que la ahoga.
Los cambios a la Constitución no sólo son políticos: tienen que ver con la gente, con sus necesidades y carencias, con construir un país justo, democrático e igual para todos.

JORGE PAVEZ URRUTIA
Presidente Nacional
Colegio de Profesores de Chile
ACOSO SEXUAL
EN JOHNSON’S

Señor director:
La publicidad informa a la opinión pública que la empresa Johnson’s goza de una muy buena imagen y alto prestigio en el mercado, por su capacidad de crecimiento, desarrollo y destacada seriedad en los negocios.
No podemos decir lo mismo en cuanto a lo que ocurre al interior del taller de producción, donde se confeccionan las prendas que salen al mercado. Los trabajadores son objeto de una incesante rotación, con el único propósito de abaratar costos. Queda en evidencia, entonces, que no importa el profesionalismo, ni la excelencia de la mano de obra, sino disminuir los costos de las planillas de sueldos.
Es más, cabe mencionar la incesante lucha que ha dado el Sindicato Nº 1 para erradicar definitivamente el “acoso sexual” del que, libremente, hacen abuso algunos supervisores del taller. Es el caso de dos compañeras que fueron injustamente despedidas por no aceptar los aberrantes y sucios requerimientos de sus superiores.
Esta situación fue puesta en evidencia ante el gerente general de la empresa; quien dio una orden inmediata de hacer una investigación, la que fue derivada a la asistente social.
Luego de algunos días, la respuesta de la empresa fue que el trabajo de la profesional “no dice nada”. Por lo tanto, todo continúa igual, sin dar ni el más mínimo crédito a la grave acusación contra los supervisores en cuestión.
¿Cómo o quién paga el costo moral y social sufrido por las compañeras?
¿Qué confianza pueden tener los trabajadores para denunciar los atropellos derivados del abuso de poder que ejercen los supervisores?
La empresa avala y respalda el actuar de quienes dirigen el taller de producción, encubriendo abominablemente a personas que no tienen la suficiente capacidad para dirigir en forma seria y responsable a los trabajadores.
El directorio sindical procederá a denunciar ante los organismos pertinentes todas las deshonestas e inmoderadas acciones a que, obligatoriamente, son sometidos los trabajadores.

IRMA ARRIAGADA,
ISABEL RODRIGUEZ
Directiva del Sindicato Nº 1 Johnson’s
Ñuble 1155, fono fax 5545409
Santiago
Platón y la justicia

Con profundo placer leo los aforismos, pensamientos, sentencias o frases evocativas que aparecen en la portada de cada edición de “Punto Final”. Aun sacadas del contexto en que fueron emitidas, ayudan a recordar, a pensar, a emocionarse, contribuyen de alguna manera a formarse una opinión. Desde el punto de vista puramente informativo, expresan lo que piensa un autor sobre un tema determinado. No es el caso de la frase que aparece en PF 537 “La justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte” (Platón). En efecto, al leer el texto, todo parece indicar que fuera el aristócrata filósofo griego quien afirmara e hiciera suyo tal juicio. En el Libro I de “La República”, la frase es pronunciada por Trasímaco, un sofista de renombre en la antigua Atenas, que entiende así rebatir a Sócrates (es por boca de éste que Platón expresa su propio pensamiento en sus diferentes Diálogos) para quien la justicia es sabiduría y virtud, mientras que la injusticia es ignorancia (“La República”, 351, a). Esta última hace nacer entre los hombres disensiones, odios y luchas, mientras que la justicia mantiene la concordia y la amistad. Mientras Sócrates-Platón intenta esbozar una definición de la justicia en el plano de lo racional, el discurso de Trasímaco apuesta a la fuerza. En términos modernos, es la afirmación del derecho del más fuerte. Esta es una afirmación que Platón no suscribe y que, por el contrario, rebate, demostrando su poca consistencia. Dos decenas y media de siglos más tarde podremos no estar de acuerdo con los argumentos que Sócrates-Platón invoca en contra de Trasímaco, pero difícilmente podríamos estar de acuerdo con la afirmación de este último.
Más allá de esta precisión, que tiene un valor puramente histórico, lo que me parece más fundamental es lo que creo percibir como propósito de PF al presentar la frase: hacer pensar lo que es la justicia en el mundo moderno o sociedad capitalista y, de esta manera, abrir (o reabrir) la discusión en el seno de la Izquierda chilena sobre la cuestión de la justicia, (la producción) de los criterios de justicia, los modos de ejercicio de ésta, la cuestión de la justicia social, etc. Más allá de la verdad o falsedad de las afirmaciones que pudieran hacerse en tal o cual sentido, lo que estimo debiera interesarnos es lo que prácticamente se debiera hacer, dados tales o cuales juicios. Así, planteada de manera trivial, la conclusión que podría deducirse de aceptarse la afirmación de Trasímaco sería que no hay que luchar por la justicia social, puesto que toda justicia “no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte”. Igual ocurriría si se piensa en la exigencia de justicia en materia de derechos humanos: exigir justicia sería exigir que se imponga la ley del más fuerte, afirmación que nadie de Izquierda, o al menos que se plantee en posiciones humanistas y/o racionalistas, estaría dispuesto a aceptar. Como tampoco aceptaría el razonamiento burdo que llevaría a afirmar, una vez aceptada la proposición de Trasímaco, que “la injusticia es la conveniencia del más débil”, lo que desde el punto de vista pragmático significaría que debiéramos actuar en pro de la injusticia. Esta teoría de la justicia como derecho del más fuerte fue rechazada tanto por Hegel (“joven” y “maduro”) como por Marx (“joven”) en su crítica a la Escuela Histórica del Derecho, la que hace afirmaciones de ese tipo.
La opinión hegemónica en el seno de las izquierdas nacionales ha sido que la justicia es una idea burguesa, es decir, idea del enemigo. Como lo que importa es derrotar a éste, la cuestión de las ideas no tiene sentido, puesto que la derrota del enemigo acarreará la desaparición de sus ideas. En otros términos, la “lucha ideológica” no tendría ninguna importancia. Vista como aparato, la justicia es una institución más del orden burgués, al que hay que destruir. Mientras llegue el momento de la destrucción, el problema de la justicia no tiene importancia. Quienes piensan así obvían el hecho de que por lo menos durante trescientos años las luchas obreras y populares han sido libradas en nombre de la justicia social y de la libertad. Nos hemos visto en una situación similar respecto a los derechos humanos, rechazados durante bastante tiempo como ideología burguesa y como derechos puramente formales y abstractos, hasta que un día nos vimos combatiendo por que esos mismos derechos fueran respetados. La cuestión es seria, por tanto, y así ha sido estimado en el centro del imperio, donde a partir de la aparición, en 1972, de la “Teoría de la justicia” de John Rawls, una serie de discusiones se han producido respecto a este tema, destacando en particular las contribuciones de la Izquierda liberal anglosajona (o del liberalismo de centro- izquierda, que es lo mismo). Pensamos, entre otros, en Michael Walzer y en su “Esferas de justicia”.
Gracias a PF por, evocando a Trasímaco, invitarnos a pensar sobre el tema de la justicia.
LUIS CRUZ SALAS
Relatividad de las leyes del mercado

La deuda externa pública de Chile es baja, a diferencia de su deuda externa privada. Si se respetan las leyes de mercado, la supervivencia de las empresas con elevada deuda externa sólo dependerá de su capacidad de atender esas obligaciones.
Pero como los paladines del mercado sólo aceptan sus leyes mientras les producen utilidades, en estos días activaron la mano negra y las AFP fueron autorizadas, de oficio, para comprar deuda externa privada. Así los 6,5 millones de afiliados pagaremos la fiesta de las empresas que se endeudaron irresponsablemente.
Los doctores de la ley correrán a demostrar que esto no es transformar la deuda privada en deuda pública, porque una cosa es el Estado y otra somos nosotros, los atorrantes ciudadanos.
La debacle sufrida por los grandes fondos de inversión internacionales y la necesidad de velar por los intereses de todos los chilenos y no, ravinescamente, por los de unos pocos, exige que el gobierno ordene al Superintendente de AFP echar pie atrás y prohibir la compra de esa abultada deuda de alto riesgo.
La acción despiadada de la mano negra es una nueva advertencia al Congreso acerca de la necesidad de cambiar la figura unipersonal de cada superintendente por un cuerpo colegiado cuyos miembros sean elegidos periódicamente por los ciudadanos cuyos intereses deben salvaguardar.
También hoy se presiona a las AFP para que vayan al rescate de Madeco, del grupo Luksic, a pesar de los resultados económicos de esta empresa y de estar ella en default con respecto a bonos adquiridos por las propias AFP. Se dice que Madeco está en manos de las AFP y se pretende que éstas aporten mucho más de lo que les corresponde en función del número de acciones que poseen. Las AFP no deben invertir un centavo más en Madeco porque no tienen derecho a sacrificar el patrimonio de todos los chilenos para evitar que esa empresa se rija por las leyes del mercado, como estoicamente lo hacen cientos de miles de cesantes.

ING. ANTONIO GARCIA VARELA

 


Ante los hechos actuales, nosotros contamos sólo con pequeñas municiones de palabras y ganas de defender cualquier rasgo que nos acerque a un mundo más consciente de sus necesidades, esto contra las poderosas e imbatibles armas del cíclope que nos reduce, apenas intentamos elevar la voz.
Si bien Mecano y otros subproductos representan un ataque certero contra nuestras ganas de ver algo más que “minos” y “minas” bailando-cantando y diciendo cosas que no pasan más allá del último acontecimiento top o del “chiste irónico” cargado de mal gusto, somos espectadores silenciosos de ellos, pues entendemos que de alguna manera “entretienen” a su masivo público, pero no por eso dejamos desde nuestra “trinchera” de encumbrar nuestras voces mudas, que no traspasan más que nuestro reducido espacio, reclamando contra aquello que no satisface nuestras inquietudes.
Este escrito resulta ser un último esfuerzo sin destino, pero valiente, contra nuestro repugnante espanto ante el llamado reality show. Desde mi “trinchera” ocupo las últimas fuerzas que me quedan antes de caer rendido por la masa consumista. Elevo mi cabeza y corro hacia un lugar donde, por lo menos, espero ser escuchado (por eso escribí esto) y aunque sea sólo una vez, no ser un callado (obligado) por la maquinaria de mi “estupenda modernidad”.
No es que esté contra la idea de que un grupo de jóvenes pueda tocar diversos temas con absoluta libertad, es más, me parece nefasto que existan temas tabú en la casa, pero que son pan de las conversaciones con amigos; puede que el reality show toque en cierto sentido este tipo de sensibilidades.
Lo que no puedo entender es que se preste tanta atención a una propuesta que se presenta como divertida sólo por juntar a gente desconocida entre sí, viviendo juntos por un tiempo. De pasadita, pretende mostrarnos cómo Juan se pelea con Josefa porque Antonia le coquetea. Si eso es merecedor de tanta expectativa entonces, no podemos sorprendernos que los jóvenes no estén “ni ahí” con la política, pues al parecer nos preocupamos (obligan) de cosas más triviales y banales que de cosas que resultan más importantes como, por ejemplo, de que los “honorables” parlamentarios cobren una asignación de puro patudos que son (por decir lo menos) amparándose en el artículo 59 de la Constitución, que es más difuso y extenso que nuestro propio origen. Más encima, después se nos enojan y se hacen las víctimas si se les pregunta por qué reciben esos pagos. Pero claro, si nos tienen embobados con cuestiones como si se va a bañar “en pelotas” o no la Juanita o la Pepita, ¿qué podemos hacer para “iluminarnos”?
Recuerden que en ustedes, los medios de comunicación, está la posibilidad de que los jóvenes nos encantemos con las cosas que pasan a nuestro alrededor y nos preocupemos de las cosas básicas de nuestra sociedad.
Por último, por más que reclamemos y no seamos escuchados por nadie, de todas maneras seguiremos desde nuestra “trinchera” con nuestras pequeñas municiones peleando contra el cíclope que nos quiere dejar más ciegos que él mismo y no nos permitiremos estar tranquilos, aunque la batalla sea desigual y nunca la vayamos a ganar.
FELIPE VARAS CANALES
felipevarasc@hotmail.com

Los felicito por su revista, que es muy interesante. Ahora paso a mi consulta:
el año pasado publicaron una crónica sobre un libro escrito por un antropólogo francés, llamada “La serpiente cósmica”. Necesito mayor información ya que tiene relación con un centro médico situado en un pueblo de Perú, dirigido por un sacerdote, asesorado por médicos y chamanes.
INES VERGARA
fproductivo1@hotmail.com

Quienes proponen aumentar el impuesto al valor agregado (IVA), con seguridad no han leído el tratado Chile-EE.UU. de libre comercio. Establece que Chile se compromete a mantener libre competencia, sin trabas, proteccionismos y equidad en la gestión.
Esto quiere decir que si una empresa norteamericana establecida en Chile trae para su uso insumos desde EE.UU., estará sujeta a cero arancel, pero al pago del IVA el cual es ya del 18%, creo. En el caso de una empresa chilena establecida en EE.UU. que importe sus insumos desde Chile, ya sea para su propio uso y/o su venta, no está sujeta a arancel o impuesto alguno. Por lo tanto, es fácil deducir que, en las condiciones mencionadas en el tratado, no sólo el arancel sería cero, sino que obligaría a Chile a eliminar también el IVA del todo, o cambiarlo por un impuesto a la compraventa y hacerlo porcentualmente parejo con el del Estado (de la Unión Americana) de procedencia.
Cabe destacar que la mayoría de los Estados cuentan con impuesto a la venta, que en el más alto de los casos sólo es del 8.5%, habiendo también Estados, como es el caso de Delaware, donde no existe impuesto a la compraventa. Tampoco existe en EE.UU. un impuesto al valor agregado. Como ejemplo diré que a un empresario chileno sólo le bastaría tener su base en Delaware y no pagar arancel o impuesto a la compraventa. Además podría fletar -duty free- a otros Estados, ya que en el comercio inter-estatal no existe impuesto a la venta ni servicios, no habiéndolos tampoco a nivel federal. En el caso de Nueva York donde vivo, si compro en Delaware, estoy sujeto a pagarle a Nueva York el 8.25% directamente, impuesto que el vendedor en Delaware no está obligado a considerar en el acto de venta.
Interesante será ver cómo se desarrollará esa gestión, la cual desde ya veo como alimento para abogados.
ITALO RULLI
italorulli@aol.com
New York, EE.UU.

Con gran asombro vi en las noticias que el 20% de los jóvenes se inclinan por la Alianza por Chile. ¿Qué está ocurriendo? Tengo 16 años y vivo en La Serena. Creo que esos pobres huevones no saben lo que es la Alianza. No saben qué verdad hay detrás, una verdad oscura y oculta de hace años, de intolerancia, fascismo, oligarquismo y el mal más importante que nos aqueja hoy en día: el capitalismo. ¿Dónde quedaron los ideales revolucionarios de cambiar todo?
Los gringos y la derecha se aseguraron de clasificarlo y esconderlo para que los pobres pendejos no puedan saber nada. Un abrazo de un compañero joven de Izquierda.
DANIEL PIZARRO
rojalu@entelchile.net

Leí con alguna sorpresa el artículo acerca del TLC con EE.UU. Estoy totalmente de acuerdo que tal tratado -y otros similares- son una materia de gran importancia para los chilenos. Para ser brutalmente francos, si Chile no logra capturar relativamente pronto un porcentaje significativo del mercado internacional, Chile nunca dejará de ser “país en desarrollo”. Aparentemente, tal consideración parece no tener mayor interés para el debate del país.
No teniendo acceso a la edición impresa, sólo puedo comentar lo que leo en la electrónica. Veo con aún más sorpresa que Uds. parecen oponerse, dando algunos argumentos que -en mi opinión- son muy simplistas. Los tratados internacionales de comercio son complejos y tienen ventajas y desventajas para cada una de las partes. Es obviamente posible que el TLC con EE.UU. sea desvantajoso para Chile en algunas -quizás la mayoría- de las cosas. Pero me parece que el papel de revistas como PF es examinar las situaciones y dar hechos que permitan un debate rico, como el tema se lo merece.
El artículo electrónico da como una de sus razones el que los empresarios chilenos sólo podrán exportar un saco de maní sin pagar impuestos a EE.UU. Me siento muy triste por ese empresario. Cabría agregar: el TLC va a permitir a los trabajadores chilenos recurrir a los tribunales establecidos a consecuencia de ese tratado para reforzar sus derechos laborales (bajo los acuerdos de la OIT y leyes chilenas pertinentes). Pobre empresario... lo apalean desde dos lados. Quizás sería mejor que en lugar de llamar a la CUT a oponerse se la llamara a crear lazos con las organizaciones sindicales en EE.UU. para trabajar juntos en implementar ese punto en el TLC que dice que “las partes van a establecer mecanismos cooperativos para promover el respeto a los acuerdos de OIT”. Me da la impresión que una campaña en relación a la protección de los fondos de jubilación sería de interés en estos días (como otro artículo en su edición electrónica deja claro, la manera en que tales fondos son manejados en Chile contraviene acuerdos de OIT. Y en EE.UU. hay preocupación con situaciones similares, particularmente desde el colapso de la Enron, que ha dejado a muchos jubilados en la miseria).
Lo siento si me concentro en lo malo. Pero estoy mandando una carta no más. Si me refiero a lo bueno, tendría que mandar un libro. En todo caso, saludos, y que les vaya bien.
LUCHO
luis@tizon.demon.co.uk


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