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Venezuela a dos años
del golpe
Gobierno de Chávez goza
de buena salud
A dos años del golpe de Estado, que en abril del 2002 fue abortado
por una masiva reacción popular y de las FF.AA., la oposición
venezolana -que componen más de treinta partidos, grupos, organizaciones
empresariales y sindicales- parece haber dejado de lado, por ahora, su
inclinación por los métodos de fuerza para derrocar al presidente
Hugo Chávez. La oposición se ha volcado al objetivo de ganar
las elecciones estaduales y municipales del 1º de agosto próximo.
Inicialmente, había amenazado con no participar. Pero al acercarse
el plazo final para la inscripción de candidatos, corrió
a hacerlo.
Están compitiendo más de 10.700 candidatos a las distintas
funciones representativas en la organización federal del país.
Sólo para los 23 cargos de gobernadores de estados hay 140 candidatos.
En algunos estados como Aragua, Bolívar y Cojedes hay 12 candidatos
y sólo en uno, Monagas, se enfrentan dos, en representación
del gobierno y oposición. También se eligen los 24 consejos
legislativos regionales, los alcaldes de cada municipio y los miembros
de cada concejo municipal.
La fiebre electoral se ha apoderado de Venezuela y con ella, la oposición
se ha resignado a que su petición de un referéndum revocatorio
del mandato de Chávez vaya diluyéndose, en un interminable
recorrido por el dédalo judicial de recursos ante el Tribunal Supremo
de Justicia. Ya no se discute que faltaron más de 800 mil firmas
válidas para convocar al referéndum. La decisión
del Consejo Nacional Electoral (CNE) de exigir ratificar las firmas cuestionadas,
no atrae a una oposición insegura del éxito de ese camino.
En rigor, gobierno y oposición tampoco lograron reunir las firmas
para convocar a referéndums revocatorios de los diputados que pretendían
sacar de la Asamblea Nacional: 37 opositores y 32 gobiernistas.
¿GOLPE O
VIA DEMOCRATICA?
A pesar de su actual entusiasmo electoral, la vocación democrática
de la oposición es muy dudosa. El último intento de usar
la violencia para derrocar al presidente Chávez ocurrió
hace sólo dos meses: a fines de febrero y principios de marzo.
Durante casi cinco días la llamada Coordinadora Democrática
realizó un ensayo de insurrección en los barrios acomodados
del Este de Caracas, que la Guardia Nacional y el ejército enfrentaron
con mano dura. Los disturbios afectaron la vida normal de miles de personas
y el efecto político resultó adverso para los organizadores
de esa protesta, que incluyó barricadas incendiarias, apedreamiento
de automóviles, cortes de calles, francotiradores apostados en
lo alto de edificios, etc.
El fracaso del golpe de Estado de abril del 2002, que durante unas horas
instaló en el poder a Pedro Carmona, presidente de Fedecámaras
-la poderosa organización empresarial-, no fue la peor derrota
de la oposición a Chávez. También terminó
en fracaso, aunque causó enorme daño, el prolongado paro
empresarial-sindical de diciembre del mismo año. El llamado “golpe
petrolero” se orientó a paralizar Pdvsa, principal fuente
de divisas. El movimiento golpista consiguió reducir la producción
de petróleo de 3 millones de barriles diarios a sólo 25
mil barriles por día. Venezuela tuvo que importar gasolina de Brasil.
Un enorme esfuerzo de los trabajadores y técnicos antigolpistas,
sin embargo, permitió derrotar el sabotaje. Ahora, con 17 mil funcionarios
menos, Pdvsa produce casi cuatro millones de barriles diarios; todas sus
refinerías funcionan a plena capacidad y la empresa estatal se
ha convertido de verdad en el eje que se necesita para impulsar un cambio
del modelo productivo.
LA ECONOMIA MEJORA
Jorge Giordani, ministro de Planificación y Desarrollo, explica:
“Este año Pdvsa invertirá 5 mil millones de dólares
en Venezuela, con todos los efectos multiplicadores que eso tiene. El
petróleo constituye el 25% del Producto. Las compras del sector
público se han abierto a las pequeñas y medianas empresas.
Veníamos de casi once trimestres de crecimiento negativo. A principios
del 2003, el PIB bajó 27,6%, la inflación estuvo en el 38,7%,
el desempleo en 20,7% y las reservas internacionales bajaron a 13.908
millones de dólares. La reactivación se inició en
el cuarto trimestre del año pasado y en el 2004, el crecimiento
será de 6% mínimo y la inflación se ubicará
en 21,9%, que todavía es alta pero controlable. Las reservas internacionales
superan los 20 mil millones de dólares. Nuestro principal problema
sigue siendo el desempleo. La población activa son 17 millones
y el desempleo abierto afecta al 15%, pero hay un subempleo que abarca
casi a un tercio de la población”.
El ministro Giordani afirma que los cambios estructurales están
dándose a nivel de la educación y salud. “Venezuela
-con 17 millones de personas mayores de 15 años- tiene 9 millones
de estudiantes. ¡Este es un país que está estudiando!
Eso no tiene un efecto inmediato, pero lo va a producir pronto. El próximo
5 de julio habremos terminado prácticamente con el analfabetismo.
En un año hemos alfabetizado a 1.250.000 personas, gracias a métodos
de educación masiva de los cubanos, que también nos han
ayudado a llevar la atención de salud a los barrios. Todo esto
la gente lo siente. Por eso el pueblo reaccionó en abril del 2002
contra el usurpador, y repuso a Chávez en el gobierno. Lo que estamos
haciendo en Venezuela es como una maratón: de los 24 kilómetros
200 metros, apenas llevamos 200 metros recorridos. Tenemos mucho por delante
pero en la medida que la situación económica ha ido mejorando,
esto no lo para nadie. Por supuesto la oposición no va a dejar
de conspirar y de intentar desestabilizar al gobierno. Pero si respeta
la Constitución, se somete a elecciones libres, etc., permitirá
que en este país podamos vivir todos juntos con más igualdad
y justicia social”
MANUEL CABIESES D.
En Caracas
(2)
Crisis energética
Venezuela ayudará a
países del Cono Sur
En una muestra elocuente de su voluntad de integración latinoamericana,
en estos días el gobierno venezolano discute la situación
energética del Mercosur, y la forma de ayudarlo a salir de sus
dificultades. En ese sentido, acaba de suscribir un convenio con Argentina
para proporcionarle 700 mil metros cúbicos de fuel oil y 250 mil
de gas oil, a cambio de semillas, carne congelada, ganado en pie (25 mil
vaquillas y novillos) y otros productos argentinos.
Para subrayar su interés en el Mercosur, el presidente Chávez
envió a Montevideo y Buenos Aires al presidente de la poderosa
empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa), Alí
Rodríguez Araque. En la capital uruguaya, Rodríguez participó
en una reunión de los embajadores venezolanos en Argentina, Uruguay,
Paraguay y Chile que elaboró una agenda de trabajo para este año
en la región. Junto con proporcionar cooperación energética,
las iniciativas venezolanas se orientan a potenciar los convenios bilaterales
y a promover el proceso de integración Mercosur-Comunidad Andina
de Naciones (CAN), a la que pertenece Venezuela.
El presidente de Pdvsa confirmó en Montevideo y en Buenos Aires
que Venezuela está dispuesta a suministrar petróleo a los
países del Cono Sur en condiciones preferenciales. “Estamos
en situación de brindar un apoyo que puede ser fundamental”,
señaló Rodríguez. Subrayó que la oferta de
asistencia se efectúa en el marco de “solidaridad continental”
del gobierno del presidente Hugo Chávez. El combustible sería
suministrado en condiciones similares a las que contempla el Acuerdo de
San José, según el cual México y Venezuela venden
petróleo a los países de América Central y el Caribe
con créditos de hasta el 20% de la factura, atados al suministro
de bienes y servicios de esos dos países. Añadió
que varios países del Cono Sur han expresado interés en
sumarse al Acuerdo de San José y que pronto se abrirán negociaciones.
No obstante, Venezuela no está en condiciones de suministrar gas
natural, debido a que recién comienza los trabajos para explotar
sus enormes reservas gasíferas, riqueza que anteriores gobiernos
dejaron de lado para concentrarse en la extracción de petróleo.
De acuerdo a la ley, el Estado venezolano es dueño de los hidrocarburos
a través de Pdvsa -empresa avaluada en cien mil millones de dólares-,
aunque se permite la asociación con capitales privados que pueden
participar hasta con el 49% en los nuevos negocios. En el programa 2004-2009
de Pdvsa figuran inversiones por 37 mil millones de dólares, de
los cuales 10 mil millones corresponden a empresas petroleras extranjeras,
principalmente norteamericanas. Esto es lo que lleva a Alí Rodríguez
a señalar que Venezuela tiene “excelentes relaciones energéticas”
con Estados Unidos en el marco de un “conflicto político”
en que el gobierno de Washington se ubica como un aliado de la oposición
al gobierno del presidente Chávez.
La ley venezolano de hidrocarburos establece que las empresas extranjeras
pagan 30% de regalías (royalty) en la explotación de petróleo
y 20% en la de gas, con impuestos al lucro de 50 y 34% respectivamente,
que el presidente de Pdvsa califica como “muy atractivos”.
En el caso del gas natural, se inició una agresiva política
de explotación -en la que participan empresas extranjeras- con
cuatro contratos ya otorgados en la plataforma del delta del río
Orinoco. “El mercado del gas se está expandiendo a un ritmo
del 3% anual, y el 2030 alcanzará un tercio de la energía
del planeta”, señaló Alí Rodríguez.
Pdvsa está participando activamente en los planes de desarrollo
económico y social del gobierno venezolano. La oposición
acusa a Chávez de “politizar” a Pdvsa por destinar
1.700 millones de dólares el año pasado a los planes de
reducción de la pobreza, al suministro de agua, la producción
agrícola y otros. Rodríguez señala que esas asignaciones
no afectan el plan de desarrollo de Pdvsa, que en su presupuesto de 15
mil millones de dólares para este año contempla 5 mil millones
para nuevas inversiones. “Las viejas administraciones concebían
a Pdvsa -sostuvo Alí Rodríguez- como una transnacional más.
Sin embargo, el peor problema de Venezuela es la pobreza que imposibilita
el éxito de cualquier actividad económica y de desarrollo,
incluido el petróleo. Las actividades de exploración y explotación
petrolera frecuentemente se ven perjudicadas por la gran masa de desempleados
que rodean las instalaciones buscando trabajo, lo que causa disturbios”
(3)
Director del diario “Vea”
“Nos amenaza el Plan Colombia”
“Las derrotas sufridas por la oposición han sido seguidas
y contundentes. ¿Qué les queda ahora? Por supuesto, van
a seguir en lo mismo, creando situaciones de confrontación, incluso
en la calle. Eso forma parte de una estrategia para dar la sensación
-tanto al interior como fuera del país- de ingobernabilidad. Pero
a más largo plazo el peligro fundamental para la revolución
venezolana proviene de la frontera con Colombia”, dice Guillermo
García Ponce, director del diario Vea, único medio de la
prensa escrita venezolana que apoya al gobierno del presidente Chávez.
“El Plan Colombia -argumenta García Ponce-, en realidad está
dirigido contra Venezuela. Un reciente acuerdo con España permite
a Colombia la compra de blindados que, junto con otros armamentos, está
situando en nuestra extensa frontera. Esto no tiene nada que ver con la
guerra al narcotráfico.Todo hace prever que la frontera colombiana
será utilizada para presionar a Venezuela mediante la infiltración
de paramilitares y armamento. No sería nada de raro que uno de
los últimos recursos de los sectores que quieren derrocar a Chávez
-con ayuda de EE.UU.- sea sembrar la guerra sucia en Venezuela. La oposición
interna por sí sola no tiene cómo hacerlo, pero podría
intentarlo si infiltra 3 mil ó 4 mil paramilitares, armamento y
explosivos para volcarlos al sabotaje y atentados, sobre todo en la zona
petrolera del Zulia”.
Guillermo García Ponce, ex dirigente comunista, es autor de más
de una decena de libros, entre ellos algunos valiosos estudios históricos
y un testimonio personal sobre la espectacular fuga de un grupo de prisioneros
políticos desde el Cuartel San Carlos, en Caracas. Su más
reciente libro, Ideas y comportamiento político de la clase media,
analiza a fondo los factores que llevaron a los sectores medios acomodados
y ricos a alinearse contra la revolución bolivariana. Destaca,
por supuesto, el rol de los medios de comunicación en manos de
la cúpula empresarial, que se encargaron de sembrar el miedo azuzando
“los viejos prejuicios anticomunistas en la numerosa colonia de
emigrantes provenientes de Italia, España y Portugal y en sus descendientes
que hoy son, en su mayoría, los pobladores del Este de Caracas”
(la zona de la capital más activa en la oposición a Chávez).
LA VANIDAD DE EX LIDERES DE IZQUIERDA
Sin embargo, también algunas destacadas figuras de la Izquierda
venezolana aparecen hoy en la oposición a Chávez, unidos
con el gran empresariado. Por ejemplo Pompeyo Márquez, que fue
secretario general del PCV en la lucha contra la dictadura de Pérez
Jiménez -su nombre político, Santos Yorme, adquirió
ribetes de leyenda- y que en los años 60 participó en la
guerrilla que los comunistas y el MIR iniciaron en Venezuela.
Guillermo García Ponce tiene una explicación para este fenómeno:
“Lo de Pompeyo es lastimoso... Yo creo que hubo un proceso de descomposición
ideológica de la Izquierda venezolana a partir de la derrota de
la lucha armada. Se agravó con la caída del muro de Berlín.
El 99% de la Izquierda perdió la perspectiva revolucionaria. Se
dedicó a vivir parlamentaria y electoralmente. No se dio cuenta
que a pesar de la caída de lo que llamábamos ‘socialismo
real’, siempre había una perspectiva revolucionaria por las
condiciones miserables en que vive el pueblo, por las injusticias sociales,
por la prepotencia norteamericana. Esa gente perdió la brújula.
Causó un grave daño, porque también descompusieron
a las juventudes de los partidos, del PC, del MIR, y hoy esos jóvenes
nos hacen una falta increíble. Teníamos en ellos un enorme
caudal de intelectualidad, que ahora estaría jugando un gran papel
en esta revolución. Pero además del fenómeno de descomposición
ideológica, hay que agregar algunos factores personales. Por ejemplo,
la vanidad. Pompeyo Márquez es un hombre tan vanidoso que no ha
soportado que la revolución la haga Chávez, como no lo ha
soportado Douglas Bravo (ex jefe de la guerrilla). No han soportado que
un muchacho -Chávez- rompiera con todo lo del pasado: que un oficial
joven -que jugaba béisbol cuando nosotros estábamos con
las armas en la mano- resultara ser el jefe de la revolución. Eso
no lo soporta la vanidad, hay que tener humildad para aceptarlo. Y no
sólo fue que Chávez, ese muchacho, estuviera al frente de
este proceso, superando a todos los líderes de nuestra época,
sino lo peor ha sido -y García Ponce rompe en carcajadas-, ¡que
después del triunfo, Chávez ni siquiera los llamó!”.
NECESIDAD DE UN PARTIDO
Guillermo García Ponce, que fue coordinador del Comando Político
de la Revolución, una instancia que desapareció porque los
partidos no le brindaron el apoyo que necesitaba, es un convencido que
Venezuela está urgida de un “gran partido de la revolución”.
Tiene serios reparos a la forma cupular en que se han designado los candidatos
a alcaldes en muchos lugares. “En algunos sitios se han cometido
injusticias porque no se ha oído la opinión de las bases.
Se ha procedido a un reparto entre partidos, al estilo de la vieja República.
En el terreno de la organización de base, el apoyo al gobierno
está muy fragmentado por el partidismo. Eso debilita, y por esas
brechas se introducen una serie de oportunismos, de complicidades, incluso
de corrupción, que después se disimulan por la fragmentación
de los partidos. Esto se debe a que no hay un solo torrente donde puedan
confluir todos los revolucionarios, todos los bolivarianos. Hace falta
una dirección política, lo que Bolívar llamaba ‘un
centro de poder’. Chávez tiene un liderazgo indiscutible,
pero un solo hombre no puede estar en todos los lugares donde se manifiestan
las complejidades del proceso venezolano.
En este momento -añade García Ponce- funciona el Comando
Ayacucho, pero está por verse si es un episodio electoral o se
prolonga en el tiempo. Hay que fusionar todo lo que existe: el PPT, el
PCV, el MVR, barrer esas siglas y etiquetas e integrarnos todos en una
sola organización. El proceso de unidad orgánica se ha retrasado
por los celos partidistas. Las camisetas han impedido dar un paso adelante.
Yo creo que ese paso lo va a dar el propio Chávez, una vez que
se realicen las elecciones de la Asamblea Nacional, en dos años
más, que aseguren mayor cohesión en esa instancia”.
La mayoría que apoya a Chávez en la Asamblea Nacional es
muy frágil. Según García Ponce esto se corresponde
con el “gobierno paralelo” que logró montar Luis Miquilena,
antiguo dirigente de la Izquierda venezolana que jugó un rol muy
importante en la primera etapa del gobierno de Chávez (fue presidente
de la Asamblea Constituyente que aprobó la Constitución
bolivariana de 1999, y ministro del Interior y Justicia). “La traición
de Miquilena -dice García Ponce- fue una de las heridas más
profundas que recibió este proceso. Aprovechándose de la
amistad y gratitud del presidente y de la juventud de este proceso, armó
un gobierno paralelo. El Tribunal Supremo de Justicia fue designado a
dedo por él. Lo mismo la mayoría de la Asamblea Nacional.
Si ese gobierno paralelo no pudo derrocar a Chávez, fue por el
poder de convocatoria del presidente. En estos años, a duras penas
se ha conseguido que el Tribunal Supremo permanezca fiel a la Constitución
y respete el Estado de derecho”
(Revista "Punto Final" Nº 565, 16 de abril, 2004)
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