Chile-Venezuela
Estrechando lazos
de hermandad
Aunque hace poco más de dos meses fue nombrado embajador
en Chile, Víctor Delgado Monsalve se mueve con soltura
en la representación diplomática de la República
Bolivariana de Venezuela. Es que llegó a la embajada en
Santiago hace un año ocho meses, primero como secretario
agregado político y luego como encargado de negocios. Tiempo
suficiente para asumir con familiaridad sus nuevas funciones.
Es ex coronel de la Fuerza Aérea venezolana, a la que ingresó
por su anhelo de pilotar aviones. Lo consiguió durante
varios años, pero optó por renunciar y volver a
la vida civil cuando no se sintió interpretado por los
mandos de la institución. Al inicio del gobierno de Hugo
Chávez, en 1999, fue designado director general de Aviación
Civil, cargo que desempeñó durante dos años.
Posteriormente fue director de Desarrollo Social en una gobernación
estadual y de ahí voló a Chile.
Víctor Delgado es un hombre sencillo y entusiasta, por
las buenas noticias que está recibiendo de su país.
Dos veces derrotada -golpe militar del 11 de abril de 2002 y “golpe
económico” con la paralización de la industria
petrolera, en diciembre del año pasado y enero de este
año-, la oposición ha ido cediendo terreno. Las
medidas financieras adoptadas por el gobierno y el alto precio
del petróleo están permitiendo una auspiciosa recuperación
tras sufrir pérdidas cercanas a los 10 mil millones de
dólares. Incluso las proyecciones del FMI y el Banco Mundial
admiten que la economía venezolana puede llegar a un crecimiento
de 7% el 2004. Más aun, según una encuesta realizada
por la oposición, la popularidad del presidente Hugo Chávez
ha subido de 38% -en diciembre pasado- a 53%.
Agotadas sus estrategias más violentas, la oposición
está insistiendo en el referéndum revocatorio del
mandato del presidente Hugo Chávez. ¿No sería
preferible, si el presidente cuenta con el apoyo de la mayoría
de la población, hacer el referéndum y derrotar
una vez más a la oposición?
“Habría que preguntárselo al pueblo, pero
el gobierno no se opone. La Constitución Política
permite hacer un referéndum para revocar el mandato del
presidente y de cualquier representante elegido cuando cumple
la mitad de su período. Para lograrlo, la oposición
tiene que obtener el total de los votos que sacó el presidente
Chávez al ser elegido, más un punto. Estamos seguros
que no obtendrán esa votación. El referéndum
es la tabla de salvación de los fascistas para tratar de
convencer al mundo -ya que no han conseguido convencer al pueblo
venezolano- de que son demócratas. En agosto, cuando se
cumplió la mitad del mandato presidencial, se encontraron
con una economía que se recupera y con programas sociales
como el que ha logrado que un millón y medio de analfabetos
hayan dejado de serlo. Hemos logrado recuperar 400 mil estudiantes
que no habían podido entrar a la universidad. Estamos llevando
la medicina y el deporte a los barrios más pobres e incrementado
los microcréditos a pequeños empresarios. Aplicamos
la ley de tierras y estimulamos el cooperativismo. Ha bajado la
mortalidad infantil y el desempleo, que bordeó el 22 %
en el primer trimestre, descendió a 17,5% y hay planes
para reducirlo a 14% antes de diciembre. Todo esto favorece a
los sectores más desprotegidos y ha fortalecido al presidente.
Cuando la oposición agotó todos sus recursos -golpe
militar, golpe económico, tiranía mediática
y caos financiero con fuga de divisas- y se encontró desprestigiada
ante la opinión pública mundial, no le quedó
otra alternativa que el referéndum. Pero no termina de
jugar sucio. En febrero recolectaron firmas y pretendían
que tuvieran validez en agosto. Lo primero que hizo el árbitro
del Consejo Nacional Electoral fue invalidar las firmas, porque
aparecían personas fallecidas y otras que nunca habían
firmado. Ahora deberán recolectar firmas junto con la huella
digital de quien suscribe.
Además, se vislumbra una interesante encrucijada. En julio
del próximo año hay elecciones para gobernadores
y alcaldes, y la campaña comienza en los primeros días
de enero. Nosotros ya tenemos nuestros precandidatos. ¿Qué
va a hacer la oposición? ¿Se va a dedicar al referéndum
y descuidará sus gobernaciones y alcaldías?”.
RELACIONES CON CHILE
Desde que asumió el presidente Hugo Chávez, ¿qué
avances ha habido en las relaciones de intercambio con Chile?
“Creo que ha sido un proceso muy lento. Es una de las consecuencias
del problema político que hemos tenido y que trajo desestabilización
económica. La estabilidad política nos permitirá
ir materializando mayores avances en el intercambio comercial,
cultural y turístico. En el área económica,
hay dos grupos chilenos que han hecho inversiones muy significativas
en Venezuela, en los sectores maderero y financiero. Además,
tenemos un acuerdo comercial que, en cierto modo, beneficia más
a Chile que a Venezuela, porque el ciento por ciento de los productos
que Chile exporta a nuestro país están libres de
aranceles. En cambio, sólo el 94% de los productos venezolanos
que ingresan a Chile -en general, derivados del petróleo-
se encuentran en la misma situación. El 6% restante está
sujeto a 7% de impuestos. Queremos que eso se revise para quedar
en igualdad de condiciones, porque hasta este momento Chile ha
sido favorecido como país exportador. Pero eso se debe
a que nosotros no nos hemos ocupado de actualizar el acuerdo”.
¿Ese convenio se gestó en los últimos años?
“No, viene de mediados de los 90. Pero es perfectible, sobre
todo ahora que Chile tiene tratados de libre comercio con casi
todo el mundo. Por otro lado, en el primer trimestre de este año
las exportaciones chilenas se vieron afectadas, porque se estableció
un control de cambios en Venezuela, para evitar la fuga de divisas
producto del complot financiero de la oposición. El gobierno
también recurrió a controlar el cambio para obligar
a las empresas en nuestro país a cumplir con sus compromisos
tributarios, porque la mayoría evadía impuestos.
Así, algunas empresas que importaban productos chilenos
no pudieron acceder a dólares, porque no estaban al día
en el pago de impuestos. Sin embargo, a los exportadores chilenos
les decían, simplemente, ‘el gobierno no nos quiere
dar dólares’. Pero eso se ha normalizado. La deuda
acumulada, que ascendía aproximadamente a 20 millones de
dólares, se ha venido cancelando”.
Hay empresas turísticas chilenas interesadas en intensificar
el flujo hacia su país.
“Sí, en noviembre tendremos la visita de una delegación
del sector turismo para sostener rondas de trabajo con sus pares
chilenos. Un destino turístico conocido por los chilenos
que tenemos que fortalecer es la isla Margarita. Por esa razón,
estamos reuniéndonos con el secretario de Aeronaútica
Civil para mejorar los vínculos aerocomerciales. Lan Chile
incrementará la frecuencia de vuelos a Venezuela de dos
días a la semana a cuatro días, lo que permitirá
coordinar mejor recorridos turísticos a la isla Margarita
y a la zona selvática de Canaima. En general, el complemento
turístico a la diversidad de paisajes que hay en Chile
son el sol y la playa venezolanos”.
¿Cómo evalúa las relaciones políticas?
“Son buenas. Por supuesto, siempre con el deseo de mejorarlas.
Chile y Venezuela han estado vinculados históricamente,
en especial a nivel de los pueblos, que es lo que perdura. En
los años 50, este país recibó a muchos venezolanos
que huían de una dictadura militar. Entre ellos, nuestro
actual vicepresidente José Vicente Rangel; vivió
en Chile y se casó con chilena. Y por nuestra parte, nosotros
recibimos oleadas de chilenos muy significativas después
de 1973”.
Aún hay muchos chilenos viviendo en Venezuela, entiendo
que son alrededor de 300 mil...
“Claro, muchos se casaron en Venezuela y tienen hijos venezolanos.
Por nuestra parte, hemos censado cerca de siete mil venezolanos
residiendo en Chile. Claro que muchos de ellos son chilenos nacidos
en Venezuela. La nueva Constitución Política permite
la doble nacionalidad. Aquí, en cualquier parte de Chile,
me he encontrado con chilenos que han vivido en Venezuela”.
CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO
¿Cree que los chilenos, en general, estamos bien informados
respecto de la situación que se vive en su país?
“No, predomina una visión muy distorsionada, producto
de un trabajo intencionalmente dañino. Hay una campaña
dirigida por centros de poder, con cadenas de noticias muy conocidas,
que deforman completamente la realidad de Venezuela. En Chile
nos empeñamos por buscar el equilibrio informativo. Constantemente
enviamos información, declaraciones y comunicados a los
medios. Muy pocos los dan a conocer. Hay diarios muy importantes
en este país que han definido una línea editorial
en contra del proceso venezolano”.
¿Cuál es la recepción a nivel de gobierno?
“Tenemos mucha gente amiga, tanto en el gobierno como en
la oposición. Por ejemplo, acabo de tener una reunión
con la secretaría internacional del Partido por la Democracia
(PPD). Estuve con un grupo de dirigentes que me permitieron explicarles
mi visión del país. También tenemos una excelente
relación con el Partido Socialista. Y el senador Jorge
Lavandero, del PDC, es un hombre que nos escucha y con el cual
podemos compartir. Quisiéramos que todos los partidos políticos
chilenos nos escucharan, porque la oposición venezolana,
que cuenta con muy buen financiamiento, anda recorriendo el mundo.
Aquí estuvo hace poco una comisión que logró
entrevistarse con algunos funcionarios de gobierno, contando su
versión. Nuestra misión es mostrar la visión
del gobierno, de modo que el político, el académico,
el universitario, el obrero, se puedan formar una opinión
equilibrada. Si los chilenos se dejan llevar por la información
de la CNN o de los diarios nacionales más importantes tienen
una ‘media’ información. La intención
es deformar la imagen de lo que ocurre en mi país, un proceso
bolivariano muy interesante, que no es marxista ni leninista y
que está dirigido a mejorar las condiciones de vida del
80% de la población venezolana que fue excluida durante
40 años. Ahí se originaron las ganancias para un
sector privilegiado que no quiere dejar el poder en Venezuela”.
¿Cómo definiría la etapa en que se encuentra
hoy ese proceso?
“Hay una transición entre un estado de cosas que
no termina de morir y un proceso que no termina de nacer. Eso
genera la crisis. Como los partidos tradicionales fueron perdiendo
credibilidad y quedaron reducidos a una mínima expresión,
los dueños de los medios de comunicación cumplen
el rol de partidos políticos, lo mismo que la jerarquía
de la Iglesia Católica y el gran empresariado. En el caso
de los medios, se trata de una tiranía mediática.
Pero cada vez que el gobierno le responde al partido político
llamado ‘medio de comunicación’, éste
levanta la bandera de la libertad de expresión. Sin embargo,
en Venezuela no hay presos políticos y ningún medio
de comunicación ha sido cerrado -a pesar que muchos utilizan
las páginas de los diarios y las cadenas de televisión
para llamar al magnicidio del presidente-. En el caso de la Iglesia
Católica, son miembros de una élite que dejaron
de cumplir su rol eclesiástico y se metieron a políticos.
En consecuencia, ¡hay que responderles como políticos!
Entonces, ellos venden la idea que Chávez es un dictador,
que el gobierno es tiránico... y lo repiten y lo repiten”.
Algunos medios cuestionan la cercanía del gobierno de Chávez
con Cuba.
“Hemos tenido una política internacional soberana.
Nos relacionamos con los países que consideramos nuestros
amigos, y amor con amor se paga. Con Cuba tenemos un programa
de intercambio. Es un país pequeño, aislado durante
cuarenta años, que sigue bloqueado económicamente
a pesar que en las Naciones Unidas 170 países se oponen
al bloqueo. Le estamos vendiendo petróleo a un precio especial,
como lo hacemos con todos los países del Caribe en cumplimiento
del Acuerdo de San José. Y de Cuba hemos obtenido un programa
de asistencia médica excelente y entrenadores deportivos
de primer nivel. Cuba no representa una amenaza para nadie, pero
los fascistas -junto con el grupo de Miami- tratan de crear una
imagen de que Venezuela se está ‘cubanizando’.
Por eso invitamos a la gente a visitar nuestro país para
que conozca la realidad”.
¿Cuáles son los principales canales de participación
popular y ciudadana en Venezuela?
“Después del ‘11’ (abril, 2002) hubo
una verdadera explosión. Desde entonces se han incrementado
las radios y la televisión comunitarias, así como
las organizaciones a nivel de profesores, obreros, estudiantes,
dueñas de casa... Hay participación en muchos niveles.
En el campo, se está apoyando una red de cooperativas que
ya existía, pero a la cual le faltaba aceite. La reforma
agraria se está desarrollando con un concepto integral”
PATRICIA BRAVO
Comercio en aumento
El intercambio comercial entre Chile y Venezuela registró
un aumento durante este año. Mientras durante el primer
trimestre la cifra en dólares no alcanzó a los 17
millones de dólares en su mejor momento, a partir de mayo
se produjo un aumento sostenido que llegó a más
de 24 millones de dólares en julio.
“Entre los productos chilenos de mayor interés para
Venezuela están el cobre -en algunos espesores que en nuestro
país no se fabrica-, el papel y la celulosa”, señala
Alvaro Berrizbeitía, agregado comercial de la embajada
de Venezuela.
En cuanto a nuestro país, el petróleo y sus derivados
-como gasolinas y lubricantes-, la urea y el ron están
entre los diez productos venezolanos más solicitados. “La
demanda chilena de petróleo no deja de ser importante dentro
de la nueva política de diversificación de mercados
de Venezuela”, explica Berrizbeitía. Hasta ahora,
los principales destinos del petróleo venezolano siguen
siendo Estados Unidos y Europa.
En el comercio bilateral, se espera actualizar los términos
del convenio de complementación económica firmado
en 1993, lo que se tratará en una reunión de la
comisión administradora de ese acuerdo que se efectuará
en Santiago el 2004. Pero también hay negociaciones tendientes
a evitar la doble tributación a la que están sujetos
hoy los inversionistas chilenos en Venezuela y viceversa, ya que
pagan impuestos tanto en el país de origen como en el de
destino. “De esa manera, aumentará la rentabilidad
de las inversiones”, dice el agregado comercial venezolano
(Revista "Punto Final", edición Nº 554,
del 10 de octubre, 2003)