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Construyendo la alternativa
Asamblea Nacional de la Fuerza Social

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Construyendo la alternativa

Asamblea Nacional
de la Fuerza Social


DIRIGENTES de la Fuerza Social y Democrática que ha convocado a su II Asamblea Nacional para el sábado 11 de octubre en el Sinate. De izq. a der., Luis Mesina, dirigente de la Confederación Bancaria; la abogada Carmen Hertz; Jorge Pavez, presidente del Colegio de Profesores y Julio Lira, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech).

Un duro juicio a los trece años de gobiernos de la Concertación, como meros administradores del modelo implantado por la dictadura y por frustrar las esperanzas que el pueblo cifró en el proceso democrático iniciado hace quince años, realizó la Fuerza Social y Democrática (FSD) en vísperas de su II Asamblea Nacional. Los dirigentes de la FSD, Jorge Pavez, presidente del Colegio de Profesores y vocero de la organización, junto a la abogada de derechos humanos Carmen Hertz, al dirigente de la Confederación Bancaria Luis Mesina, y al presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) Julio Lira, rechazaron el intento del oficialismo por apropiarse del triunfo del NO. “La victoria del 5 de octubre de 1988 fue fruto de la lucha de todo el pueblo y no sólo de la Concertación”, precisaron.
Jorge Pavez planteó que hace quince años la mayoría de los chilenos dijo No a la dictadura. “Ese triunfo popular fue un hito en un proceso de lucha mucho mayor, que permitió acumular fuerzas para derrotar el miedo impuesto tras largos años de atropellos a los derechos humanos”, señaló. El dirigente de la FSD destacó que el esfuerzo unitario de millones de chilenos que se movilizaron en grandes protestas nacionales, donde confluyeron trabajadores, pobladores y estudiantes, fueron el preámbulo para derrotar a Pinochet en octubre de 1988. Puntualizó Pavez que la idea de la mayoría era construir un camino que significara no sólo que Pinochet abandonara el poder, sino la posibilidad de construir un país distinto. Lamentablemente, a quince años, “las esperanzas de transformación no se cumplieron. Los gobiernos de la Concertación frustraron ese anhelo colectivo y hoy los chilenos han perdido la certeza de un camino distinto”, sostuvo.
Para Jorge Pavez, la Concertación no sólo ha profundizado el modelo de la dictadura. También hipotecó la fuerza del pueblo al optar por la política de los consensos. Esto ha significado que los cambios estructurales por los que tantos dieron su vida, no se cumplieran. En ese contexto, Pavez manifestó que para la Fuerza Social y Democrática es indispensable renovar ese espíritu y esa esperanza: “Planteamos que existe otra alternativa más allá de la Concertación y la derecha. Como movimiento que hace política desde lo social, insistimos que es necesario que el país vea una perspectiva distinta, que debemos construir entre todos”, aseguró.
El dirigente anunció que en esa perspectiva, la FSD realizará su segunda Asamblea Nacional el sábado 11 de octubre a partir de las 9.30 horas en el Sindicato Nacional de Trabajadores Telefónicos, en la calle Corte Suprema 184. La actividad, en que participarán dirigentes sociales de todo el país, constituirá el primer paso al Congreso por una Alternativa Social. “Nuestro objetivo es avanzar en la construcción de una opción de cambio distinta, surgida desde el mundo social. Para ello, esperamos diseñar un instrumento político que pueda desarrollar los cambios de fondo que el país necesita”, aseveró.

LA CONCERTACION
Y LA IMPUNIDAD

En el ámbito de los derechos humanos, Carmen Hertz también criticó duramente al oficialismo. Dijo que durante esta larga transición a la democracia, el esclarecimiento de los crímenes cometidos durante la dictadura ha estado llena de obstáculos. “Hemos enfrentado iniciativas que vienen desde el Ejecutivo, cuyo propósito ha sido fortalecer la impunidad y no ayudar a la verdad y la justicia”, dijo. La dirigente de la FSD recordó que un hito fue la detención de Pinochet en Londres que culminó, gracias a los esfuerzos del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, con su regreso a Chile. Opinó que de no haber contado con ese apoyo, Pinochet habría sido extraditado a España, pero se eludió la acción de la justicia internacional ignorando los principios de jurisdicción universal. Denunció que se desarrollaron todo tipo de esfuerzos impulsados por los poderes fácticos, que presionaron al poder judicial. “A pesar de ello, gracias a la acción del movimiento de derechos humanos y del mundo social, se logró desaforar y procesar al dictador, lo que concluyó con el resquicio de su supuesta demencia para eludir la acción de la justicia”, afirmó Carmen Hertz.
La abogada también se refirió a la denominada mesa de diálogo, frente a la cual la FSD fue muy crítica. “Siempre señalamos que respondía a la agenda del Ministerio de Defensa y no al movimiento de derechos humanos. Sus resultados están a la vista”, afirmó Carmen Hertz. Explicó que hoy se ve con preocupación la nueva propuesta del gobierno sobre derechos humanos, porque aun cuando es posible valorar algunos elementos, como la creación de una comisión para determinar el universo de ex presos políticos y torturados, “nos preocupa que en el discurso se haya asumido la co-responsabilidad en el quiebre institucional y en la posterior implementación de una política de exterminio”. Para Carmen Hertz, el debate respecto de lo que fue el gobierno de la Unidad Popular está instalado en la sociedad chilena, pero aún no se ha realizado con profundidad histórica suficiente. En ese marco, criticó que la estrategia oficial haya sido instalar una especie de empate moral, “en el que todos fuimos responsables”. Afirmó que esto es grave y “nosotros lo rechazamos, porque constituye una distorsión brutal de la realidad, una perversión moral que hace mucho daño a la sociedad”.
Otro aspecto preocupante de la propuesta del gobierno, según indicó, es el secretismo que ha rodeado el análisis de los proyectos que serán enviados al Congreso. Para la dirigente, resulta un contrasentido que se haga sin que los actores del tema de derechos humanos conozcan su contenido.

DEUDA CON LOS TRABAJADORES

Luis Mesina sostuvo que si en el tema de derechos humanos la Concertación tiene una deuda gigantesca, en el mundo del trabajo ocurre una situación parecida. “Se ha desarrollado una política sistemática en perjuicio de los trabajadores, expresada por la profundización de un modelo económico que segrega a los trabajadores y destruye la fuerza de trabajo de manera constante”, señaló. Planteó que los trabajadores enfrentan un modelo que permite la inversión descontrolada de capital transnacional, sin salvaguardas para el país. Asimismo, criticó que la propaganda del gobierno ha levantado como axioma que la inversión extranjera es sinónimo de mayor empleo. “En la realidad, ha ocurrido justamente lo contrario: los trabajadores de las empresas estratégicas, compradas por las transnacionales, han enfrentado despidos masivos, precarización laboral y prácticas antisindicales”, enfatizó.
Otro efecto negativo, para el dirigente de la Confederación Bancaria, ha sido el alza de tarifas y la pérdida importante del patrimonio del Estado. Dijo que los trabajadores ven con frustración cómo después de quince años, la Concertación pretende arrogarse el triunfo de todo un pueblo. “Lo que ha hecho la Concertación en estos años es perpetuar el modelo institucional y económico de la dictadura, que el pueblo rechazó en octubre de 1988”, sentenció.
Finalmente, explicó que “somos los actores sociales los que debemos esforzarnos por construir una alternativa. En Chile, se requiere con urgencia un referente distinto, que asegure que nuestro pueblo pueda plantear sus demandas de manera pacífica, sin sufrir despidos o la represión del modelo”.

MIRAR AL FUTURO
SIN OLVIDAR EL PASADO

Julio Lira, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), coincidió con Mesina en que el triunfo de 1988 no es sólo de la Concertación, sino de todo un pueblo. “Fue el resultado de una batalla heroica que libró el pueblo y eso hay que recordárselo al gobierno”, recalcó. “Las aspiraciones que nuestro país tenía depositadas en el plebiscito, no están cumplidas y quedan demasiadas tareas pendientes”, indicó. Asimismo, Julio Lira discrepó con el discurso del gobierno que plantea que la juventud es apática, que no quiere participar, que no ocupa los espacios. “Creemos que es un doble discurso terrible del gobierno, porque los espacios no están dados. No se incentiva la participación ni la política”, afirmó. Denunció que se ha torpedeado y fragmentado de manera sistemática la idea de una política sana, que incluya a la juventud y a todos los actores que quieran hacer política. Las tareas pendientes en todos los ámbitos, “es eso lo que nosotros -la FSD- queremos enfrentar. La derecha ha instalado la idea de mirar al futuro. Nosotros también estamos dispuestos a mirar al futuro, pero eso no significa olvidar y borrar el pasado. Significa construir una sociedad mejor”

MANUEL HOLZAPFEL GOTTSCHALK

 

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