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TLC Chile–EE.UU.
El largo camino hacia la anexión
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Finalmente se firmó el Tratado de Libre Comercio
(TLC) que transforma a Chile en “socio comercial”
de Estados Unidos. Contrariamente al regocijo oficial,
existen amplios sectores políticos y sociales,
incluidos dirigentes de la Concertación, que ven
con preocupación este tratado. Lo caracteriza una
profunda asimetría económica que traerá
efectos negativos para el país. También
han generado inquietud las afirmaciones del ministro de
Hacienda, Nicolás Eyzaguirre.
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Junto con descartar la aplicación de royalties a la minería
del cobre, anunció un aumento gradual del Impuesto al Valor
Agregado (IVA), otros impuestos y la privatización de activos
del Estado en las empresas sanitarias, para compensar los más
de 400 millones de dólares que el país dejará
de percibir por los acuerdos de libre comercio con la Unión
Europea y Estados Unidos.
Uno de los que no se suma al ambiente de festejos por el TLC es
el diputado socialista Alejandro Navarro Brain. “La aprobación
del TLC en el Parlamento no puede limitarse al solo hecho de levantar
el dedo para votar a favor. Nos preocupa que el optimismo de la
autoridad pueda concretarse en avances reales”, sostiene
el parlamentario.
Según confidenció a Punto Final, en el ámbito
de las relaciones internacionales la soberanía del país
ha sido afectada, porque “las últimas decisiones
de Chile, principalmente respecto de Cuba, han tenido como eje
sólo complacer a Estados Unidos. Corremos el riesgo de
sufrir un síndrome de dominación, que se expresará
mucho más allá de lo económico”, afirma
Navarro.
La firma del TLC con Estados Unidos ha provocado alegría
y optimismo en el gobierno. ¿Lo comparte usted?
“Lo paradojal es que estamos informados sólo del
titular de la noticia y no conocemos su contenido. No obstante,
hay parlamentarios que creemos que en los ámbitos laboral
y medioambiental, debe haber debate. Queremos conocer los criterios
del Ejecutivo a fin de prever que lo que hoy se presenta como
un avance no pase a engrosar el listado de acciones que nos han
alejado de la gente. Los efectos que el TLC ha provocado en países
como México, debieran servirnos de lección para
promover un debate”.
¿Cuáles fueron esos efectos?
“En ese país bajó el desempleo, pero la precarización
laboral se profundizó. El grado de dependencia económica
respecto de Estados Unidos es enorme. Los propios mexicanos denominan
este proceso como ‘colonización económica’.
Constituye la consagración de un modelo de desarrollo que
asegura la hegemonía norteamericana sobre México.
En Chile no veo mucho ánimo de socializar el conocimiento
del Tratado y me temo que el esfuerzo por debatirlo quedará
en una élite, sin mayor trascendencia nacional”.
CRECIMIENTO ECONOMICO
Y EQUIDAD
Según afirmó el jefe de la Dirección de
Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería,
Osvaldo Rosales, con los acuerdos con EE.UU. y la Unión
Europea, Chile podría ser, en el año 2014, el doble
más rico que ahora. ¿Cuál es su opinión?
“Definir el concepto riqueza y qué entendemos por
un país rico, forma parte de las definiciones básicas
de la Concertación. Hemos dicho: crecer con igualdad; hemos
establecido la necesidad de un programa solidario y la modificación
del modelo neoliberal para que haya un crecimiento que dé
paso a una distribución del ingreso más adecuada.
Contrariamente, la preocupación de los especialistas está
en que los favorecidos sean aquellos que logren manejar y monopolizar
un conjunto de instrumentos que forman parte del TLC. Ello profundiza
el modelo, que ha provocado que el quintil más pobre pierda
su capacidad adquisitiva en forma creciente y el quintil más
rico la aumente. Aunque todos los programas apuntan a eliminar
esa tendencia, ésta se ha consolidado en los últimos
10 años. Esta situación, puede significar que las
eventuales ventajas del TLC sean aprovechadas por los sectores
o regiones con mayores capacidades productivas y económicas.
Nuestro desafío es generar un debate y las acciones adecuadas
que permitan que los beneficios que se nos prometen no se concentren
en los mismos grupos económicos”.
El canciller brasileño Celso Amorim criticó la firma
del TLC Chile-EE.UU., porque “puede ser perjudicial para
el Mercosur”. Además, precisó que ese acuerdo
“no será necesariamente el modelo deseado por Brasil”.
¿Comparte las aprensiones del personero brasileño?
“La llegada de Lula a la presidencia de Brasil abre una
perspectiva extraordinaria para aumentar nuestro intercambio con
un país de más de cien millones de habitantes, con
el cual no sólo tenemos cercanía geográfica,
sino también política y cultural. Si bien las exportaciones
a Brasil no son hoy significativas, debiéramos esforzarnos
por aumentarlas. No obstante, es indiscutible que el TLC puede
producir un retraso en el fortalecimiento del Mercosur. Genera
una desconfianza comprensible en nuestros socios de América
Latina. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de no descuidar
nuestro intercambio comercial, social y cultural con esos países.
Si la Cancillería prioriza el objetivo -que forma parte
de las bases de la Concertación- de fortalecer los lazos
con los países latinoamericanos, en particular con el Mercosur,
éste podrá tener un desarrollo equilibrado.
El presidente Lagos tiene la oportunidad de ejercer un liderazgo
importante en América Latina, por la condición estratégica
de la economía chilena. Para eso habría que dejar
atrás la política del ‘sálvese quien
pueda’. No creo que Chile deba olvidar su pasado y sus raíces
cuando en definitiva sus posibilidades de desarrollo están
al otro lado de la cordillera”.
OTRA VEZ PRIVATIZAR
El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, no descarta
nuevas privatizaciones de empresas públicas, como las sanitarias,
para compensar los 400 millones de dólares que se dejarán
de percibir por los acuerdos con la Unión Europea y Estados
Unidos. ¿Qué opina de ese anuncio?
“El programa de la Concertación establece que la
privatización de activos del Estado debe darse en el marco
de un debate y acuerdo al interior de la coalición. Si
se privatiza debe ser de manera democrática y de cara al
pueblo. El anuncio en sí no me intranquiliza, porque cualquier
enajenación de activos tendrá que ser debatida en
el Parlamento y en la Concertación. Lo preocupante es que
hay sectores del gobierno, particularmente en el ámbito
económico, que han venido consolidando la tesis de la privatización
de Enap y otras empresas. No ha existido capacidad de generar
otras alternativas, como aplicar royalties al sector minero, por
ejemplo. Hay una percepción diferente de cómo enfrentar
el desarrollo económico, donde las dos almas de la Concertación,
aunque no nos guste reconocerlo, se expresan claramente. Echar
manos a los activos del Estado es la receta más inmediata.
Sin embargo, la réplica a esta propuesta es la propia afirmación
presidencial que estableció que hay cuatro mil millones
de dólares de evasión de impuestos: de los mismos
empresarios que se sientan a la mesa con el gobierno para impulsar
la Agenda Pro Crecimiento”.
En el último tiempo, la relación de Chile con Estados
Unidos ha estado marcada por una delgada línea roja entre
los intereses comerciales y la obsecuencia con las políticas
impulsadas por Bush. ¿Qué costos tendrá el
TLC para Chile en términos de soberanía?
“Hemos demostrado una cierta independencia a nivel internacional,
al no apoyar la guerra en Iraq, pero está claro que Chile
y la Concertación no resistían un quiebre con Estados
Unidos y la pérdida del TLC. Por lo tanto, la vía
elegida de no apoyar la guerra, pero al mismo tiempo seguir a
pie juntillas la política internacional norteamericana,
implica el riesgo, en materia internacional, de que nuestro país
se convierta en un apéndice de Estados Unidos. Han sido
visibles algunas acciones de apoyo de Chile a las políticas
estadounidenses, particularmente respecto a Cuba. Ha primado el
criterio del consentimiento a la potencia hegemónica. Con
el TLC no sólo sufriremos una merma de la soberanía,
sino también un síndrome de dominación que
se expresará más allá de lo económico.
Yo espero que el gobierno sea capaz de diferenciar la política
económica de los principios y derechos que son claves en
lo nacional e internacional. Chile está presentando propuestas
de inversión ante el mundo. Pero también está
mostrando la historia aprendida durante largos años de
dictadura. Y si ello no sirve para fortalecer principios y valores,
la historia puede terminar condenándonos. Esta reprobación
puede afectar particularmente a la Izquierda que ha tenido acceso
al poder. Esto representa un elemento de evaluación histórica
que está pendiente, en un contexto en el cual las últimas
decisiones han tenido como eje complacer a Estados Unidos”.
CUBA Y LA OBSECUENCIA CHILENA
Hay una opinión generalizada de que la condena del gobierno
chileno a Cuba habría sido un “guiño”
para congraciarse con Estados Unidos y dar una señal de
buena conducta, luego del “impasse” en la ONU por
la guerra de Iraq. ¿Comparte esa apreciación? ¿Cuál
es su postura frente a los últimos acontecimientos de Cuba?
“La obsesión del imperio contra Cuba golpea y violenta
toda racionalidad. No es comprensible que Estados Unidos se sienta
amenazado por un país de un poco más de diez millones
de habitantes, que no cuenta con armas de destrucción masiva.
La supuesta amenaza de Cuba no se basa en el poder de las armas,
sino en los valores y principios que representa. Cuba simboliza
valores centrados en el hombre. Las condenas que ha impulsado
la superpotencia, secundada en forma lamentable por Chile, buscan
evitar que el resto de los países puedan solidarizar con
la isla a partir de los principios que esas naciones comparten.
El voto de condena del gobierno chileno a Cuba fue fruto no sólo
de la complacencia, sino también de la hipocresía
que en algún momento será cobrada. Chile no ha respondido
a un principio de justicia con Cuba. Uno puede compartir o no
la política interna de ese país; pero condenar los
fusilamientos y callar el bloqueo e ignorar que el imperio invadió
Iraq en busca de armas de destrucción masiva que sólo
existieron en la imaginación de Bush, es una renuncia a
la dignidad. Y si hay algo que los países no deben perder
jamás, es la dignidad. Creo que de continuar en esta línea,
Chile puede perder credibilidad internacional”.
¿Qué le parecieron los resultados de las elecciones
en su partido y cómo visualiza el rol del PS en los últimos
tres años del gobierno de Lagos?
“Milito hace más de veinte años en el Partido
Socialista y hemos vivido una larga historia de unidad. Sin embargo,
ha sido imposible desprendernos de una equizofrenia que se manifiesta
en decir una cosa y hacer otra. El partido tiene una amenaza en
el hecho que su militancia y sus congresos acuerdan determinadas
resoluciones, pero la acción resulta totalmente contraria.
Eso puede tener consecuencias peligrosas. Existe un sentimiento
crítico interno y la conciencia clara que hay que corregir
la conducción. Creo que ha sido muy fuerte en el PS el
síndrome de gobernabilidad, que el partido no puede abandonar
al presidente de la República como consecuencia del duro
aprendizaje de 1973. Las elecciones no revelan el sentimiento
extendido que existe en el partido respecto de la necesidad de
un cambio importante en la Concertación, que se ha alejado
de las bases ciudadanas. Si no cambiamos, perderemos el gobierno.
Espero que la conducción de Gonzalo Martner tenga el sello
distintivo de su inteligencia, pero que no tenga un cable de sometimiento
con La Moneda. La relación debe manejarse en el espacio
de las coincidencias políticas y el respeto mutuo entre
gobierno y Partido Socialista”.
¿Comparte la idea que el gobierno de Lagos se ha derechizado?
“Este es un gobierno de coalición, aunque la ciudadanía
lo percibe como un gobierno socialista, y claramente no lo es.
Es un gobierno de centro izquierda que en estos tres años
ha devenido en una alianza de centro-derecha, donde las tesis
impuestas lo han distanciado del progresismo de Izquierda. Esto
lo ha llevado a asumir posturas en lo económico y lo político
más cercanas a la centro-derecha. En todo caso, no significa
que el gobierno haya devenido en un gobierno de centro-derecha.
Es esta tendencia la que ha adquirido mayor fuerza al interior
de la Concertación. La llegada de Adolfo Zaldívar
a la presidencia de la Democracia Cristiana, marcó un hito
para establecer las condiciones actuales. El equilibrio que busca
mantener el presidente, tiene la amenaza velada de la ruptura
de la Concertación por la DC. Zaldívar ha impuesto
el cobro de un peaje elevado y un chantaje soterrado respecto
a la permanencia de la DC en la coalición. El desafío
es gobernar en equilibrio con las fuerzas que la alianza tiene.
Por otro lado, pienso que la Izquierda de la Concertación
no ha tenido la fuerza suficiente para imponer un debate y ha
perdido poder en la base social. No hay ninguna posibilidad de
influir hoy en el gobierno desde el ámbito político,
porque la hegemonía está dada por un equipo que
excluye esa posibilidad”.
La justicia anuló la validez del estudio que aprobó
la construcción de la represa Ralco, de Endesa. ¿Qué
importancia atribuye a esta medida y cómo se explica que
anteriormente el estudio haya sido aceptado?
“Si la aprobación de la resolución sobre Ralco
hubiera ocurrido en junio de 2003 y se mantuvieran las condiciones
que permitieron su aprobación, estaríamos frente
al escándalo político por tráfico de influencias
más grande de la historia del país. Su aprobación
y la resolución ambiental, tal como lo ha probado el fallo
del sexto juzgado civil de Santiago, implica la nulidad de derecho
público de todas las acciones administrativas que determinaron
la aprobación ambiental. Catorce servicios públicos
emitieron informes negativos sobre el proyecto Ralco. Esto fue
posible por la directa acción del gobierno de Eduardo Frei
Ruiz-Tagle, que rompió el marco de neutralidad que el Estado
de Derecho asigna a los servicios públicos. Hubo intromisión
política del Ministerio Secretaría General de la
Presidencia de la época, principalmente de Jorge Rosenblut,
ex subsecretario de esa cartera, hoy gerente general de Chilectra,
empresa ligada a Endesa. La resolución judicial tiene una
trascendencia extraordinaria, porque los propios ex funcionarios
de Conama dan cuenta de la intromisión política
y de las presiones para que el proyecto fuera aprobado. El fallo
permite que las obras puedan ser paralizadas, tal como hemos solicitado,
dado que la ley de medioambiente no puede tener excepciones. Endesa
no puede ser la excepción a la ley del medioambiente. Ahora
lo importante será saber si esa transnacional logrará
influir, como lo hizo en el pasado, en el gobierno del presidente
Lagos. Esperamos que no ocurra”
MANUEL HOLZAPFEL GOTTSCHALK
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Piso para el Alca
Punto Final conversó con el economista de la Alianza
Chilena por un Comercio Justo y Responsable (ACJR), Cristián
Candia quien, en referencia a la apuesta del negociador
del TLC Osvaldo Rosales, señaló que es muy
difícil realizar evaluaciones económicas con
precisión, a tan largo plazo. “Si bien Chile
podría ser el 2014 más rico que hoy, eso será
determinado por distintos factores. El más importante
son las crisis cíclicas que cada vez tienden a ser
más profundas y cercanas en el tiempo. Esto no es
menor, en el actual contexto de globalización, donde
los tratados comerciales ciertamente no son un seguro contra
ese tipo de crisis”, resaltó.
Para Cristián Candia, que además pertenece
a Consumer’s International, lo más sorprendente
es la búsqueda de compensaciones por la menor recaudación
de impuestos que producirá la baja de aranceles.
“Llama la atención que recién hoy se
esté estudiando un mecanismo compensatorio y que
el tema nunca estuvo presente en el debate”.
Respecto de las medidas propuestas por el ministro Eyzaguirre,
Candia sostiene que el incremento del IVA significará
que el costo de los acuerdos lo asumirán los consumidores,
particularmente los sectores más desposeídos.
“Ello provocará mayor regresividad en la distribución
del ingreso, que en Chile es una de las peores de la región
y del mundo”, dijo.
En cuanto a las privatizaciones, dijo que constituyen más
de lo mismo: minimizar el tamaño del Estado y ampliar
el espacio del sector privado. “Lo riesgoso de privatizar
para financiar el déficit del sector público
es que suele ser ‘pan para hoy y hambre para mañana’”,
asevera.
En relación al Mercosur, señala que es evidente
que el TLC complicará esa iniciativa regional, especialmente
a Brasil. Este acuerdo es parte de una estrategia norteamericana
para la región, que constituirá el piso de
la negociación del Alca. “Este tipo de acuerdos
tiende a favorecer los intereses de las grandes empresas
transnacionales, que tienen mucho interés en Brasil
por el tamaño de su mercado, las empresas públicas
aún no privatizadas y por el acceso a los recursos
de la Amazonia. Brasil, por su parte, desea mantener autonomía
para definir sus propias políticas de desarrollo,
situación a la que Chile ha renunciado”, concluye
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Diez motivos contra el TLC
1. Porque implica la cesión de soberanía
nacional en beneficio de las empresas transnacionales.
2. Porque impide el desarrollo de una economía con
mayor grado de autonomía, que tenga como fuerza impulsora
relevante las necesidades de la comunidad nacional.
3. Porque agudiza nuestra dependencia de mercados internacionales
inestables y dominados por la especulación financiera,
convirtiéndonos en un país más frágil
económicamente.
4. Porque conspira contra la prioritaria integración
económica y social con las naciones latinoamericanas.
5. Porque amenaza gravemente a la agricultura nacional,
base de nuestra seguridad alimentaria.
6. Porque condena a la desaparición a importantes
sectores manufactureros nacionales y reduce por tanto la
posibilidad de generar empleo sustentable en Chile.
7. Porque tiende a la perpetuación de nuestro rol
de país exportador de recursos naturales sin elaboración.
8. Porque implica una pérdida de control sobre los
niveles de producción de nuestras principales materias
primas, favoreciendo con ello su depreciación en
los mercados internacionales.
9. Porque implica legitimar y estimular a una economía
como la norteamericana, que funciona a costa del deterioro
ambiental de magnitud planetaria, como es el recalentamiento
global, problema que el gobierno de ese país se ha
negado a asumir.
10. Porque el gobierno de Chile se niega a desarrollar mecanismos
que permitan que un tema tan trascendente como éste,
sea decidido democráticamente mediante una amplia
participación ciudadana
LUIS MARIANO RENDON E. |
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