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Edición 545
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Editorial
La “solución final” de la UDI
TLC con EE.UU.
TLC Chile–EE.UU.
El largo camino
hacia la anexión

Mientras Lagos navega contra la corriente

Fidel, Chávez, Lula, Allende y el Quijote, contra el Alca
Ley del gasto electoral
Parlamento por reforma de la Salud
Mujeres en pie de Guerra
Derechos Humanos
Los derechos humanos
en el “reino del revés”
Al asesino Fernández Larios
Juicio en Miami

La derecha saqueó el patrimonio de Chile al amparo de las FF.AA.

EL GRAN ROBO
DE LA HERENCIA
NACIONAL
Roger Garaudy y su nuevo libro
Jesús, Mahoma y Marx,
trinidad filosófica
Liam Holohan
La calle del cura Liam

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

TLC Chile–EE.UU.

El largo camino hacia la anexión

Finalmente se firmó el Tratado de Libre Comercio (TLC) que transforma a Chile en “socio comercial” de Estados Unidos. Contrariamente al regocijo oficial, existen amplios sectores políticos y sociales, incluidos dirigentes de la Concertación, que ven con preocupación este tratado. Lo caracteriza una profunda asimetría económica que traerá efectos negativos para el país. También han generado inquietud las afirmaciones del ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre.

 

Junto con descartar la aplicación de royalties a la minería del cobre, anunció un aumento gradual del Impuesto al Valor Agregado (IVA), otros impuestos y la privatización de activos del Estado en las empresas sanitarias, para compensar los más de 400 millones de dólares que el país dejará de percibir por los acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y Estados Unidos.
Uno de los que no se suma al ambiente de festejos por el TLC es el diputado socialista Alejandro Navarro Brain. “La aprobación del TLC en el Parlamento no puede limitarse al solo hecho de levantar el dedo para votar a favor. Nos preocupa que el optimismo de la autoridad pueda concretarse en avances reales”, sostiene el parlamentario.
Según confidenció a Punto Final, en el ámbito de las relaciones internacionales la soberanía del país ha sido afectada, porque “las últimas decisiones de Chile, principalmente respecto de Cuba, han tenido como eje sólo complacer a Estados Unidos. Corremos el riesgo de sufrir un síndrome de dominación, que se expresará mucho más allá de lo económico”, afirma Navarro.
La firma del TLC con Estados Unidos ha provocado alegría y optimismo en el gobierno. ¿Lo comparte usted?
“Lo paradojal es que estamos informados sólo del titular de la noticia y no conocemos su contenido. No obstante, hay parlamentarios que creemos que en los ámbitos laboral y medioambiental, debe haber debate. Queremos conocer los criterios del Ejecutivo a fin de prever que lo que hoy se presenta como un avance no pase a engrosar el listado de acciones que nos han alejado de la gente. Los efectos que el TLC ha provocado en países como México, debieran servirnos de lección para promover un debate”.
¿Cuáles fueron esos efectos?
“En ese país bajó el desempleo, pero la precarización laboral se profundizó. El grado de dependencia económica respecto de Estados Unidos es enorme. Los propios mexicanos denominan este proceso como ‘colonización económica’. Constituye la consagración de un modelo de desarrollo que asegura la hegemonía norteamericana sobre México. En Chile no veo mucho ánimo de socializar el conocimiento del Tratado y me temo que el esfuerzo por debatirlo quedará en una élite, sin mayor trascendencia nacional”.

CRECIMIENTO ECONOMICO
Y EQUIDAD

Según afirmó el jefe de la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Osvaldo Rosales, con los acuerdos con EE.UU. y la Unión Europea, Chile podría ser, en el año 2014, el doble más rico que ahora. ¿Cuál es su opinión?
“Definir el concepto riqueza y qué entendemos por un país rico, forma parte de las definiciones básicas de la Concertación. Hemos dicho: crecer con igualdad; hemos establecido la necesidad de un programa solidario y la modificación del modelo neoliberal para que haya un crecimiento que dé paso a una distribución del ingreso más adecuada. Contrariamente, la preocupación de los especialistas está en que los favorecidos sean aquellos que logren manejar y monopolizar un conjunto de instrumentos que forman parte del TLC. Ello profundiza el modelo, que ha provocado que el quintil más pobre pierda su capacidad adquisitiva en forma creciente y el quintil más rico la aumente. Aunque todos los programas apuntan a eliminar esa tendencia, ésta se ha consolidado en los últimos 10 años. Esta situación, puede significar que las eventuales ventajas del TLC sean aprovechadas por los sectores o regiones con mayores capacidades productivas y económicas. Nuestro desafío es generar un debate y las acciones adecuadas que permitan que los beneficios que se nos prometen no se concentren en los mismos grupos económicos”.
El canciller brasileño Celso Amorim criticó la firma del TLC Chile-EE.UU., porque “puede ser perjudicial para el Mercosur”. Además, precisó que ese acuerdo “no será necesariamente el modelo deseado por Brasil”. ¿Comparte las aprensiones del personero brasileño?
“La llegada de Lula a la presidencia de Brasil abre una perspectiva extraordinaria para aumentar nuestro intercambio con un país de más de cien millones de habitantes, con el cual no sólo tenemos cercanía geográfica, sino también política y cultural. Si bien las exportaciones a Brasil no son hoy significativas, debiéramos esforzarnos por aumentarlas. No obstante, es indiscutible que el TLC puede producir un retraso en el fortalecimiento del Mercosur. Genera una desconfianza comprensible en nuestros socios de América Latina. Por lo tanto, tenemos la responsabilidad de no descuidar nuestro intercambio comercial, social y cultural con esos países. Si la Cancillería prioriza el objetivo -que forma parte de las bases de la Concertación- de fortalecer los lazos con los países latinoamericanos, en particular con el Mercosur, éste podrá tener un desarrollo equilibrado.
El presidente Lagos tiene la oportunidad de ejercer un liderazgo importante en América Latina, por la condición estratégica de la economía chilena. Para eso habría que dejar atrás la política del ‘sálvese quien pueda’. No creo que Chile deba olvidar su pasado y sus raíces cuando en definitiva sus posibilidades de desarrollo están al otro lado de la cordillera”.

OTRA VEZ PRIVATIZAR

El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, no descarta nuevas privatizaciones de empresas públicas, como las sanitarias, para compensar los 400 millones de dólares que se dejarán de percibir por los acuerdos con la Unión Europea y Estados Unidos. ¿Qué opina de ese anuncio?
“El programa de la Concertación establece que la privatización de activos del Estado debe darse en el marco de un debate y acuerdo al interior de la coalición. Si se privatiza debe ser de manera democrática y de cara al pueblo. El anuncio en sí no me intranquiliza, porque cualquier enajenación de activos tendrá que ser debatida en el Parlamento y en la Concertación. Lo preocupante es que hay sectores del gobierno, particularmente en el ámbito económico, que han venido consolidando la tesis de la privatización de Enap y otras empresas. No ha existido capacidad de generar otras alternativas, como aplicar royalties al sector minero, por ejemplo. Hay una percepción diferente de cómo enfrentar el desarrollo económico, donde las dos almas de la Concertación, aunque no nos guste reconocerlo, se expresan claramente. Echar manos a los activos del Estado es la receta más inmediata. Sin embargo, la réplica a esta propuesta es la propia afirmación presidencial que estableció que hay cuatro mil millones de dólares de evasión de impuestos: de los mismos empresarios que se sientan a la mesa con el gobierno para impulsar la Agenda Pro Crecimiento”.
En el último tiempo, la relación de Chile con Estados Unidos ha estado marcada por una delgada línea roja entre los intereses comerciales y la obsecuencia con las políticas impulsadas por Bush. ¿Qué costos tendrá el TLC para Chile en términos de soberanía?
“Hemos demostrado una cierta independencia a nivel internacional, al no apoyar la guerra en Iraq, pero está claro que Chile y la Concertación no resistían un quiebre con Estados Unidos y la pérdida del TLC. Por lo tanto, la vía elegida de no apoyar la guerra, pero al mismo tiempo seguir a pie juntillas la política internacional norteamericana, implica el riesgo, en materia internacional, de que nuestro país se convierta en un apéndice de Estados Unidos. Han sido visibles algunas acciones de apoyo de Chile a las políticas estadounidenses, particularmente respecto a Cuba. Ha primado el criterio del consentimiento a la potencia hegemónica. Con el TLC no sólo sufriremos una merma de la soberanía, sino también un síndrome de dominación que se expresará más allá de lo económico.
Yo espero que el gobierno sea capaz de diferenciar la política económica de los principios y derechos que son claves en lo nacional e internacional. Chile está presentando propuestas de inversión ante el mundo. Pero también está mostrando la historia aprendida durante largos años de dictadura. Y si ello no sirve para fortalecer principios y valores, la historia puede terminar condenándonos. Esta reprobación puede afectar particularmente a la Izquierda que ha tenido acceso al poder. Esto representa un elemento de evaluación histórica que está pendiente, en un contexto en el cual las últimas decisiones han tenido como eje complacer a Estados Unidos”.

CUBA Y LA OBSECUENCIA CHILENA

Hay una opinión generalizada de que la condena del gobierno chileno a Cuba habría sido un “guiño” para congraciarse con Estados Unidos y dar una señal de buena conducta, luego del “impasse” en la ONU por la guerra de Iraq. ¿Comparte esa apreciación? ¿Cuál es su postura frente a los últimos acontecimientos de Cuba?
“La obsesión del imperio contra Cuba golpea y violenta toda racionalidad. No es comprensible que Estados Unidos se sienta amenazado por un país de un poco más de diez millones de habitantes, que no cuenta con armas de destrucción masiva. La supuesta amenaza de Cuba no se basa en el poder de las armas, sino en los valores y principios que representa. Cuba simboliza valores centrados en el hombre. Las condenas que ha impulsado la superpotencia, secundada en forma lamentable por Chile, buscan evitar que el resto de los países puedan solidarizar con la isla a partir de los principios que esas naciones comparten.
El voto de condena del gobierno chileno a Cuba fue fruto no sólo de la complacencia, sino también de la hipocresía que en algún momento será cobrada. Chile no ha respondido a un principio de justicia con Cuba. Uno puede compartir o no la política interna de ese país; pero condenar los fusilamientos y callar el bloqueo e ignorar que el imperio invadió Iraq en busca de armas de destrucción masiva que sólo existieron en la imaginación de Bush, es una renuncia a la dignidad. Y si hay algo que los países no deben perder jamás, es la dignidad. Creo que de continuar en esta línea, Chile puede perder credibilidad internacional”.
¿Qué le parecieron los resultados de las elecciones en su partido y cómo visualiza el rol del PS en los últimos tres años del gobierno de Lagos?
“Milito hace más de veinte años en el Partido Socialista y hemos vivido una larga historia de unidad. Sin embargo, ha sido imposible desprendernos de una equizofrenia que se manifiesta en decir una cosa y hacer otra. El partido tiene una amenaza en el hecho que su militancia y sus congresos acuerdan determinadas resoluciones, pero la acción resulta totalmente contraria. Eso puede tener consecuencias peligrosas. Existe un sentimiento crítico interno y la conciencia clara que hay que corregir la conducción. Creo que ha sido muy fuerte en el PS el síndrome de gobernabilidad, que el partido no puede abandonar al presidente de la República como consecuencia del duro aprendizaje de 1973. Las elecciones no revelan el sentimiento extendido que existe en el partido respecto de la necesidad de un cambio importante en la Concertación, que se ha alejado de las bases ciudadanas. Si no cambiamos, perderemos el gobierno.
Espero que la conducción de Gonzalo Martner tenga el sello distintivo de su inteligencia, pero que no tenga un cable de sometimiento con La Moneda. La relación debe manejarse en el espacio de las coincidencias políticas y el respeto mutuo entre gobierno y Partido Socialista”.
¿Comparte la idea que el gobierno de Lagos se ha derechizado?
“Este es un gobierno de coalición, aunque la ciudadanía lo percibe como un gobierno socialista, y claramente no lo es. Es un gobierno de centro izquierda que en estos tres años ha devenido en una alianza de centro-derecha, donde las tesis impuestas lo han distanciado del progresismo de Izquierda. Esto lo ha llevado a asumir posturas en lo económico y lo político más cercanas a la centro-derecha. En todo caso, no significa que el gobierno haya devenido en un gobierno de centro-derecha. Es esta tendencia la que ha adquirido mayor fuerza al interior de la Concertación. La llegada de Adolfo Zaldívar a la presidencia de la Democracia Cristiana, marcó un hito para establecer las condiciones actuales. El equilibrio que busca mantener el presidente, tiene la amenaza velada de la ruptura de la Concertación por la DC. Zaldívar ha impuesto el cobro de un peaje elevado y un chantaje soterrado respecto a la permanencia de la DC en la coalición. El desafío es gobernar en equilibrio con las fuerzas que la alianza tiene. Por otro lado, pienso que la Izquierda de la Concertación no ha tenido la fuerza suficiente para imponer un debate y ha perdido poder en la base social. No hay ninguna posibilidad de influir hoy en el gobierno desde el ámbito político, porque la hegemonía está dada por un equipo que excluye esa posibilidad”.
La justicia anuló la validez del estudio que aprobó la construcción de la represa Ralco, de Endesa. ¿Qué importancia atribuye a esta medida y cómo se explica que anteriormente el estudio haya sido aceptado?
“Si la aprobación de la resolución sobre Ralco hubiera ocurrido en junio de 2003 y se mantuvieran las condiciones que permitieron su aprobación, estaríamos frente al escándalo político por tráfico de influencias más grande de la historia del país. Su aprobación y la resolución ambiental, tal como lo ha probado el fallo del sexto juzgado civil de Santiago, implica la nulidad de derecho público de todas las acciones administrativas que determinaron la aprobación ambiental. Catorce servicios públicos emitieron informes negativos sobre el proyecto Ralco. Esto fue posible por la directa acción del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que rompió el marco de neutralidad que el Estado de Derecho asigna a los servicios públicos. Hubo intromisión política del Ministerio Secretaría General de la Presidencia de la época, principalmente de Jorge Rosenblut, ex subsecretario de esa cartera, hoy gerente general de Chilectra, empresa ligada a Endesa. La resolución judicial tiene una trascendencia extraordinaria, porque los propios ex funcionarios de Conama dan cuenta de la intromisión política y de las presiones para que el proyecto fuera aprobado. El fallo permite que las obras puedan ser paralizadas, tal como hemos solicitado, dado que la ley de medioambiente no puede tener excepciones. Endesa no puede ser la excepción a la ley del medioambiente. Ahora lo importante será saber si esa transnacional logrará influir, como lo hizo en el pasado, en el gobierno del presidente Lagos. Esperamos que no ocurra”

MANUEL HOLZAPFEL GOTTSCHALK


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Piso para el Alca

Punto Final conversó con el economista de la Alianza Chilena por un Comercio Justo y Responsable (ACJR), Cristián Candia quien, en referencia a la apuesta del negociador del TLC Osvaldo Rosales, señaló que es muy difícil realizar evaluaciones económicas con precisión, a tan largo plazo. “Si bien Chile podría ser el 2014 más rico que hoy, eso será determinado por distintos factores. El más importante son las crisis cíclicas que cada vez tienden a ser más profundas y cercanas en el tiempo. Esto no es menor, en el actual contexto de globalización, donde los tratados comerciales ciertamente no son un seguro contra ese tipo de crisis”, resaltó.
Para Cristián Candia, que además pertenece a Consumer’s International, lo más sorprendente es la búsqueda de compensaciones por la menor recaudación de impuestos que producirá la baja de aranceles. “Llama la atención que recién hoy se esté estudiando un mecanismo compensatorio y que el tema nunca estuvo presente en el debate”.
Respecto de las medidas propuestas por el ministro Eyzaguirre, Candia sostiene que el incremento del IVA significará que el costo de los acuerdos lo asumirán los consumidores, particularmente los sectores más desposeídos. “Ello provocará mayor regresividad en la distribución del ingreso, que en Chile es una de las peores de la región y del mundo”, dijo.
En cuanto a las privatizaciones, dijo que constituyen más de lo mismo: minimizar el tamaño del Estado y ampliar el espacio del sector privado. “Lo riesgoso de privatizar para financiar el déficit del sector público es que suele ser ‘pan para hoy y hambre para mañana’”, asevera.
En relación al Mercosur, señala que es evidente que el TLC complicará esa iniciativa regional, especialmente a Brasil. Este acuerdo es parte de una estrategia norteamericana para la región, que constituirá el piso de la negociación del Alca. “Este tipo de acuerdos tiende a favorecer los intereses de las grandes empresas transnacionales, que tienen mucho interés en Brasil por el tamaño de su mercado, las empresas públicas aún no privatizadas y por el acceso a los recursos de la Amazonia. Brasil, por su parte, desea mantener autonomía para definir sus propias políticas de desarrollo, situación a la que Chile ha renunciado”, concluye

 

Diez motivos contra el TLC

1. Porque implica la cesión de soberanía nacional en beneficio de las empresas transnacionales.
2. Porque impide el desarrollo de una economía con mayor grado de autonomía, que tenga como fuerza impulsora relevante las necesidades de la comunidad nacional.
3. Porque agudiza nuestra dependencia de mercados internacionales inestables y dominados por la especulación financiera, convirtiéndonos en un país más frágil económicamente.
4. Porque conspira contra la prioritaria integración económica y social con las naciones latinoamericanas.
5. Porque amenaza gravemente a la agricultura nacional, base de nuestra seguridad alimentaria.
6. Porque condena a la desaparición a importantes sectores manufactureros nacionales y reduce por tanto la posibilidad de generar empleo sustentable en Chile.
7. Porque tiende a la perpetuación de nuestro rol de país exportador de recursos naturales sin elaboración.
8. Porque implica una pérdida de control sobre los niveles de producción de nuestras principales materias primas, favoreciendo con ello su depreciación en los mercados internacionales.
9. Porque implica legitimar y estimular a una economía como la norteamericana, que funciona a costa del deterioro ambiental de magnitud planetaria, como es el recalentamiento global, problema que el gobierno de ese país se ha negado a asumir.
10. Porque el gobierno de Chile se niega a desarrollar mecanismos que permitan que un tema tan trascendente como éste, sea decidido democráticamente mediante una amplia participación ciudadana

LUIS MARIANO RENDON E.

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